Desde mediados de julio la selección nacional de mayores femenina se entrenó por tres semanas en el Estadio de Obras Sanitarias e incluyó una serie de amistosos donde las chicas pudieron demostrar sus habilidades. El objetivo del proceso dirigido por Gregorio Martínez es conformar un equipo para afrontar los dos compromisos internacionales de este año: el Preclasificatorio mundialista de Ruanda y el Sudamericano en Chile. 

En ese grupo de 18 convocadas se encuentra Gisel Botta, ala pívot de 1.80mts que viene de jugar la Liga Nacional y obtener el subcampeonato de la Liga Provincial 100 años de la FBPC con Instituto Atlético Central Córdoba.

A continuación repasamos su particular historia de vida, repleta de obstáculos y momentos difíciles, que con mucho esfuerzo atravesó y que hoy los expresa de este modo: “Estoy muy feliz y orgullosa de mi, de todo el trabajo que hice. Aunque fue muy duro y complicado yo siempre supe que podía salir de esas lesiones. Todo esto que me está sucediendo hoy, creo que es un premio a todo lo que pasé”

“La Gi” nació el 13 de diciembre de 1999 en Río Primero, una localidad de 11.000 habitantes ubicada a 54km de la ciudad de Córdoba. Como tantos chicos y chicas, a los siete años de edad comenzó a practicar deporte en el club de su pueblo. Fue en el Bernandino Rivadavia donde empezó básquet y lo realizó hasta los once cuando el reglamento ya no le permitió jugar con los varones.

Por esos años muy pocos clubes de la provincia tenían rama femenina en sus formativas y ella debía pensar en una alternativa para seguir jugando. Gracias al apoyo familiar su camino continuó en la capital cordobesa. 

A partir de ahí Gisel comenzó a viajar a la ciudad de Córdoba durante su adolescencia para entrenar y jugar en Atenas. En el club cordobés se desarrolló hasta que a sus 17 años una serie de acontecimientos infortunitos la obligaron a alejarse del básquet por cuatro años.

Por esos años la institución griega era una de las pocas que practicaba básquet femenino formativo en la provincia y en este club se encontraba trabajando Silvina Trapiella. “La Pipi” fue la entrenadora de Gisel durante su adolescencia y conoce muy bien su proceso de desarrollo. 

Para ella la historia de la Gi es un ejemplo de superación ya que las lesiones que tuvo más la poca competencia que había en ese momento (y la Pandemia), le generaron una gran frustración que hizo que dejara el básquet por un tiempo. Después en Juniors se recuperó de a poco, comenzó a competir nuevamente hasta que alcanzó la madurez y el nivel de hoy jugando la liga nacional”.

“La Gi se notaba diferente de chica por su estilo de juego y su físico. Tiene unos brazos y zancadas terribles. A estas esas condiciones físicas con el tiempo las fue puliendo y esto ayudó a hacer una diferencia, aunque su principal diferencia hoy es la madurez. Ella siempre fue una chica muy tímida y con el paso del tiempo fue ganando confianza y eso le ayudó un montón a crecer. La competencia actual que tiene le dio la madurez emocional para ser la jugadora que es hoy. Estoy muy contenta por ella y por todo el básquet femenino de Córdoba, esto es muy importante, expresó Trapiella que es la última jugadora cordobesa que integró un seleccionado nacional de mayores en una competencia oficial cuando jugó para Argentina en el Sudamericano de Chile de 1989.

Las condiciones físicas y el talento, más la constancia y el esfuerzo, llevaron a Gisel a destacarse en su equipo y a representar a la provincia de Córdoba a nivel nacional. Botta participó, quizás como pocas y pocos, de todos los seleccionados de la FBPC en los torneos Argentinos de Federaciones. En estos certámenes tuvo destacadas actuaciones individuales que la colocaron en el radar de la Confederación Argentina de Básquet. En el año 2016 fue convocada para entrenar con la preselección nacional U18 y realizó una gira de juegos amistosos por Europa.

Aquel gran presente de Gisel, junto a su prometedor futuro, se vio truncado por una serie de acontecimientos que la alejaron nada más y nada menos que cuatro años de las canchas de básquet. Un sobrehueso en la rodilla fue el primer motivo de una operación y luego una osteocondritis en su tobillo le demandó una segunda cirugía.

Gisel estuvo sin jugar desde el verano de 2017 hasta el 2021. En aquel año de su primera lesión se perdió la chance de participar en el Argentino de Mayores, en el que Córdoba obtuvo un histórico bronce, y de otras convocatorias nacionales y provinciales.

En este tiempo en que estuvo sin actividad se instaló en Rio Primero, donde luego de hacer el curso de entrenadora de básquet empezó a trabajar en el club de sus orígenes. Fueron años bastantes duros para ella. Recién en 2020 con mucho esfuerzo logró recuperarse, pero esta vez una Pandemia interrumpió todas las competencias y una vez más se quedó sin jugar.

Gisel volvió a pisar un parquet recién en la segunda mitad de 2021 cuando se comenzaba a normalizar la vida social tras el coronavirus y sus lesiones habían quedado atrás. El club elegido fue General Paz Juniors. 

El equipo de Córdoba la recibió con los brazos abiertos y fue clave para recuperar confianza y competir. Con Juniors jugó la Liga Provincial de Mayores de ese año obteniendo el título y el boleto para disputar la Liga Federal en 2022.

En la segunda mitad del 2022 le llegó la oportunidad de cambiar de equipo. Fueron apenas dos partidos los que disputó con Ferro de Olavarría en la Liga Prefederal de esa región, antes de sumarse al nuevo proyecto de Instituto. Con el equipo de Alta Córdoba debutó nada más y nada menos que en la Liga Nacional Femenina, un 29 de octubre ante Quimsa de Santiago del Estero.

En Instituto disputó las temporadas 2022/23, 23/24 y 24/25 de la Liga Nacional. También jugó los playoffs para Riachuelo de La Rioja y luego regresó a Instituto donde se destacó tras dejar atrás una nueva lesión en su espalda. Gisel viene de obtener con instituto el subcampeonato de la Liga Provincial 100 años de la FBPC y jugará en el Club Unión Florida, último campeón de la Liga Nacional Femenina, la próxima edición de la Women’s Basketaball League Américas 2024 (WBLA).

Vía: Marcos Baigorria Prensa FPBC