Los jugadores en pie de guerra contra la AFA por interrumpir el fútbol
Futbolistas Argentinos Agremiados no coincide con la abrupta rescisión de contratos que puede dejar libre a muchos afiliados.
El fútbol argentino tomó drásticas determinaciones en las últimas horas respecto de su futuro. A través de un un comunicado dió por finalizada la temporada y desató un conflicto de intereses con los jugadores.
Futbolistas Argentinos Agremiados mantuvo en la noche del lunes una reunión virtual con los representantes de la Primera Nacional. La incertidumbre respecto del desenlace de la principal categoría de ascenso de nuestro fútbol, colocó a muchos clubes sin la posibilidad de tener competencia hasta el año que viene. De allí la preocupación manifiesta de los jugadores por no tener su continuidad confirmada en el ámbito laboral.
El martes por la tarde será el turno de los capitanes de la primera división. Luego le tocará a las representantes del fútbol femenino y por la noche a los futbolistas de la Primera B Metropolitana.
Más allá que habrá que aguardar el resultado de las distintas deliberaciones, el núcleo de los jugadores coinciden en un punto que es clave; consideran que los dirigentes adoptaron una medida inconsulta, apresurada y totalmente traumática.
No descartan luego de todos los cónclaves adoptar una respuesta común; enviar una carta documento o telegrama solicitando a los clubes empleadores el pago de los meses adeudados y el cobro de la totalidad del convenio y la indemnización correspondiente.
El contexto es traumático para el gremio de los futbolistas. Alertan que en primera división existen 212 contratos que concluyen el próximo 30/6 y que en Primera Nacional, Primera B y Federal A a más del 80% de los jugadores finalizan su vínculo también a finales de junio.
La AFA pretendió aliviar el futuro inmediato de sus afiliados en el aspecto económico. La supresión de los descensos por dos temporadas apunta a quitarles el peso de contratos onerosos, imposibles de cumplir por el panorama dramático que se avecina por la merma de ingresos en las arcas de las instituciones.
El conflicto en puerta recién comienza y podrá tener derivaciones impensadas.