Jorge Sampaoli

En la Copa Mundial de Fútbol de 2018 en Rusia, la Selección Argentina mostró uno de sus peores desempeños. Esto es doblemente grave cuando en la formación del equipo se encuentra Lionel Messi. Jorge Sampaoli fue un manual abierto sobre todo lo que no debe hacer un técnico de fútbol en un mundial.

En principio propuso un sistema de juego con el que los jugadores se sintieron incómodos y no tuvo la autoridad para defenderlo. Los referentes del equipo se le plantaron en el entrenamiento y le hicieron una contrapropuesta con la que finalmente salieron al campo de juego. Las diferencias entre los integrantes del cuerpo técnico y las fisuras entre el técnico y sus dirigidos, trajeron a todos de vuelta a casa en octavos de final.

Lionel Scaloni

Luego de esta enriquecedora experiencia Sampaoli renuncia a la Selección y Lionel Scaloni, quien integraba el cuerpo técnico como analista de rivales, lo reemplaza de manera interina.

Scaloni inició un proceso de renovación profunda del plantel y hubo al menos dos hechos que jugaron a su favor.

Uno de ellos es que algunas frutas estaban tan maduras que se caían solas del árbol. O sea que algunos referentes del plantel ya pintaban canas y era obvio que no volverían a ser convocados.

El otro fue que Messi se alejó por tiempo indeterminado de la Selección para evaluar su futuro en la misma.

Nunca sabremos si es cierto el rumor que sobrevoló durante años a nuestra selección mayor, de que varios de sus integrantes permanecían gracias al dedo mágico de Messi. Lo cierto es que en su ausencia Scaloni se cargó a otro puñado de históricos y probó a un importante número de jugadores jóvenes.

De esta manera inició un proceso que lo llevó a conformar un equipo absolutamente renovado, con un marcado compromiso y sentido de juego colectivo.

Tal vez las circunstancias hicieron que Scaloni pensara en una Selección para la era post Messi y terminara armando un grupo con una gran autonomía que, sin embargo, al regreso del ídolo, se adaptó rápidamente a su juego.

Scaloni es entonces el técnico que, finalmente, logró armar un equipo con el cual Messi se siente como en su casa.

Si a esto le sumamos la autoridad que el seleccionador tiene sobre el grupo y el respeto mutuo que sienten, podemos decir que tenemos a un líder dirigiendo las acciones desde el banco de suplentes.

Copa América 2021

La historia reciente dice que en la Copa América 2021 se alinearon todos los astros para que nuestra Selección obtuviera el campeonato frente a Brasil y en el mismísimo Estadio Maracaná.

Podemos decir que la historia grande empezó en el partido que disputó con Colombia en semifinales donde empató en tiempo reglamentario y terminó ganando en la definición por penales con la antológica actuación del arquero Dibu Martínez.

Algunos medios resaltaron en este partido dos situaciones que, vistas en otro jugador, hubiesen pasado desapercibidas.

En la primera Leo sufrió una falta de Fabra, quien lo marcó muy fuerte y le raspó el tobillo con los tapones. El argentino, muy dolorido, fue atendido y siguió jugando, pero al instante apareció una mancha de sangre en su media.Varios medios destacaron que Messi siguió metiendo y buscando el gol del triunfo para evitar los penales. Al no darse este resultado fue el primero en patear un penal y convertir, dándole ánimo a su equipo.

"Sangre, sudor y Messi", tituló el diario español Mundo Deportivo, junto a la imagen del tobillo lastimado del 10

Mundo Deportivo

En distintas publicaciones se lo comparó con el tobillo hinchado de Maradona en el Mundial de Italia en 1990.

En aquella ocasión, el Diego sufrió una dura falta en el partido ante Rumania, por el último cruce de fase de grupos. Luego, jugó infiltrado el resto del torneo, superó a Brasil en octavos, con pase de gol a Caniggia incluido, a Yugoslavia, y a Italia por penales y perdió la final ante Alemania.

La segunda situación reflejada por los medios en todo el mundo es cuando Messi le grita: “¡Bailá ahora!” a Mina luego de que el Dibu Martínez le atajara un penal. Comparada tal vez con los insultos de Maradona cuando en el mundial de Italia desde la tribuna se silbó al himno argentino.

Lionel Messi en los penales.

¿Cuál es la necesidad de recrear una historia épica de Messi?

¿Será la reciente muerte de Maradona y el deseo de recuperar a un líder carismático?

¿Será el monstruoso negocio detrás del fútbol que pide más y mejores productos cada día para venderle a un público que espera con las manos abiertas?

¿Será que no concebimos a un Messi genial pero sin el encanto de otros jugadores que incluso juegan por debajo de su nivel?

El camino del periodismo anti Messi no le hace bien a nadie, salvo a los cronistas que han sabido sacar beneficios de él.

Las odiosas comparaciones con Maradona son inútiles porque ambos han sido o son geniales a su modo.

El relato sobredimensionado de Messi, nos deja a algunos, sin palabras.

Me quedo con el sentido común de Scaloni que nos dice: “Si la gente conociera personalmente a Messi, lo querría mucho mas”.

Tal vez porque él mismo lo conoce y lo quiere.

Tal vez porque solo necesita en su equipo al verdadero Messi.

Con eso le basta y le sobra.

Messi campeón