F1: Lewis Hamilton heredó el triunfo en Bélgica tras exclusión de George Russell
El Mercedes del inglés más joven del equipo no superó la revisión técnica de la FIA y se quedó con un éxito que, en pista, había sido genial. Oscar Piastri y Charles Leclerc, al podio.
George Russell rebozaba de felicidad. Acababa de conseguir un triunfo épico en el GP de Bélgica, 14ª fecha del ejercicio 2024 de Fórmula 1. Un triunfo que construyó, pergeñó y definió el expiloto de Williams con un trabajo señorial. Había administrado los neumáticos de una manera simplemente sensacional y, con una sola parada, algo impensado en la previa, había firmado su tercer éxito en el Mundial, el segundo en la temporada.
Pero de la alegría supina, Russell pasó a la gran frustración en una hora y media. Para ser bien preciso, una hora y 23 minutos después de recibir la bandera de cuadros, fue excluido por los comisarios deportivos de la FIA después de un informe de los encargados de la revisión técnica. El W15 no dio el peso mínimo. Así, el éxito fue heredado por Lewis Hamilton, su compañero en las Flechas de Plata.
El comunicado oficial de la Federación Internacional del Automóvil señaló: “El coche 63 se pesó en las básculas interior y exterior de la FIA y ambas básculas mostraron el mismo resultado de 796,5 kg. La calibración de ambas básculas fue confirmada y presenciada por el competidor”. El peso mínimo que marca la normativa es 798, es decir, que Mercedes el inglés estaba 1,5 kilo por debajo de reglamentario. “Durante la audiencia, el representante del equipo confirmó que la medición es correcta y que todos los procedimientos requeridos se realizaron correctamente. El equipo también reconoció que no hubo circunstancias atenuantes y que fue un error genuino del equipo. Los comisarios deportivos determinan que se ha infringido el Artículo 4.1 del Reglamento Técnico de Fórmula 1 de la FIA y, por lo tanto, se debe aplicar la sanción estándar para tal infracción. El coche 63 queda descalificado de la clasificación de la carrera. Todos los demás pilotos ascienden en la clasificación”. Así, Russell perdió todos los puntos conseguidos.
El aciago final fue un golpe para Russell, de eso no hay dudas. Pero antes del epílogo que lo dejó sin el trofeo, había construido un éxito descomunal. Porque, independientemente del resultado, el inglés dio un golpe bien fuerte arriba de la mesa puertas adentro de Mercedes. Su manejo brillante de la carrera, de la estrategia y la elección que hizo para su propia competencia formaron un combo que le permiten inflar el pecho y mandar un mensaje directo a los popes de las Flechas de Plata: hay piloto número 1 para 2025.
El tempranero anuncio de Hamilton sobre su mudanza a Ferrari para 2025 abrió un hueco enorme dentro de Mercedes, difícil de llenar. Un piloto que ganó seis títulos y 83 Grandes Premios con el equipo alemán, que fue la calve del éxito y pieza fundamental… No es sencillo llenar esos enormes zapatos. Toto Wolff, el director del team, bajó la espuma y decidió tomarse un tiempo para evaluar alternativas a la espera de Kimi Antonelli, la fulgurante aparición que deslumbró en categorías menores. Pero más allá de quién llegara, en Mercedes necesitaban tener la seguridad de que contaban con alguien que tomara el bastón de mando y pudiera capitanear el barco que abandonará el comandante Hamilton.
Y Russell lo hizo en Bélgica. Le dio la muestra a Mercedes que tienen un fuerte piloto número uno, capaz de liderar al equipo en la búsqueda de reverdecer viejos laureles. Sea el joven Antonelli o que Mercedes se juegue una carta más fuerte y busque a Carlos Sainz, que llegue quién sea, hay piloto número uno. Y Wolff tenía algunas dudas en su interior, por algo el coqueteo con Max Verstappen. Sí, es cierto, si el neerlandés fuera una opción es difícil dejarla pasar, pero en el fondo había un dejo de duda con respecto a la falta de un líder.
La imagen que dio Russell no se mancillará por un error que es estrictamente culpa del equipo. Nada tiene que ver el piloto. Mostró autoridad frente al mensaje de radio con su ingeniero de pista cuando dijo claramente que quería ir a una sola parada, la carta fundamental que se jugó el inglés para ganar en pista. Y en el final resistió los duros embates de Hamilton, quien tenía vía libre para ir por el éxito. Pero no pudo superarlo.
Después llegó la descalificación. Russell se convirtió en el 94º piloto es sufrir una exclusión en F1 y es el octavo de los que están en actividad (Hamilton y Daniel Ricciardo, con dos cada uno, lidera entre los activos). Así, el heptacampeón sumó su 105º triunfo, el quinto en el GP de Bélgica (empardó a Ayrton Senna y quedó a uno de Michael Schumacher, el máximo vencedor en tierras belgas con seis).
Hamilton había realizado un trabajo brillante también. Desde el tercer cajón de partida, se puso segundo al superar a Checo Pérez en la partida y luego llegó a la cima tras una gran maniobra con Charles Leclerc. Solo el cambio de estrategia que eligió Russell le había impedido al heptacampeón lograr el éxito en pista. Su gesto adusto en el podio y en la atención a la prensa mostraba cierto desagrado con el resultado. Finalmente, el trofeo más grande le llegó.
El máximo ganador de la historia acumulaba dos años y medio sin triunfo y ahora venció en dos de las últimas tres carreras (Gran Bretaña y Bélgica). Mercedes llega al parón de vacaciones del verano boreal con tres triunfos en la última cuatro carreras (Russell venció en Austria) y su velocidad, manejo de los pilotos y las buenas estrategias que manejan desde boxes invitan a pensar que habrá más en las 10 fechas que quedan para cerrar el Mundial.
La recuperación de Mercedes parece haber llegado tarde como para que sus pilotos piensen en la posibilidad de pelear por el título. Verstappen está lejos a esta altura, pero también es cierto que Red Bull no está en su mejor momento. El tricampeón voló en la clasificación con la pista húmeda, pero con el piso seco todo cambió en carrera. Max picó 11º después de lograr la pole y penalizar diez puestos por cambio del motor de combustión y logró escalar hasta el quinto puesto final, convertido en cuarto tras la sanción a Russell. El neerlandés sumó su cuarta carrera en fila si triunfos, situación que no vivía desde 2020. Así y todo, agrandó su diferencia al frente de la tabla porque Lando Norris, su escolta, fue quinto. “Maximizamos el resultado. El quinto lugar no está mal. No se puede esperar que largue 11º y vuele a la punta. Tal vez podría haber ganado un lugar más. Fue un día positivo, delante de Lando”, dio Verstappen, quien llega a las vacaciones con 78 puntos de ventaja sobre le inglés de McLaren, quien cometió un error en la largada (pisó afuera en la primera curva) y sufrió un leve despiste en su intento de sobrepaso a Max, errores que deberá cortar a cero si quiere ser un serio contendiente a destronar al neerlandés.
Peor la pasó Checo Pérez, el compañero de Max, quien largó en primera fila y terminó séptimo y a 42 segundos. El mexicano está en la picota y este lunes habrá un cónclave en Red Bull en el que se analizará su futuro.
Oscar Piastri, quien venía de ganar en Hungría, se quedó finalmente con el segundo lugar y Charles Leclerc completó el podio, aunque no subió a la ceremonia. El australiano mantuvo el nivel de McLaren y, con neumáticos más frescos, se puso muy cerca de los Mercedes en el cierre. El Mundial entra en receso y volverá con el GP de Países Bajos, que se disputará el 25 de agosto.