Victoria necesaria de Atenas ante Hispano
El Griego derrotó en un cruce clave y directo a Hispano por 78-69. Regresó a la victoria tras cuatro derrotas seguidas, sumando no sólo dos puntos sino también confianza para lo que viene.
Persevera y triunfarás. Esa era la premisa para un Atenas urgido de buenos resultados para alimentar las esperanzas de tomar aire e impulso para despegar del fondo. Y más con un rival directo en esa pelea, como lo era Hispano. Sin dudas era más importante el qué (ganar) que el cómo.
Aunque terminó respondiendo a las dos preguntas, y a la segunda fue con corazón. Le costó mucho, pero se terminó quedando con un 78-69 final que suma por todos lados.
Para salir airoso era clave resetear el disco rígido y mentalizarse en que se podía. Pero justamente el show demostrado por Brandon Moss y Deionte Simmons en los minutos iniciales del partido no colaboraron. Fueron desmoralizadores, en los dos costados. Mandaron a la red todo lo que encontraron flotando en el aire. Pero conscientes de que la noche iba a ser larga, el Griego no se fue de partido (terminaron 16-18).
A partir de ahí, lo que pasó en el rectángulo fue casi todo del Verde. El ingreso de Gastón Córdoba cambió el partido. Una bomba de entrada y muy fino en defensa fue la pieza que encontró el cuerpo técnico como para darle forma al rompecabezas propuesto para contener a los sureños. También el cambio de conducción acercó más vértigo, desde las manos de Augusto Alonso. Con eso, los cordobeses revirtieron la historia, completaron un 18-10 en el segmento y 34-28 en la mitad.
Lo sucedido en los terceros diez minutos fue de película. Fue un chisperío entre Omar Cantón y Moss. Los internos se dieron con todo, en ofensiva. El pivote local bombardeó desde el perímetro (3 triples), el extranjero sostuvo a los suyos con 11 puntos en el período. Pero no se sacaron ventajas. Cerraron 21 iguales y todo como hasta antes del descanso (55-49).
Y el último cuarto, con “cuchillo” entre los dientes, fue todo de Atenas. Georgie Pacheco Ortíz apareció en todo su esplendor (terminó con 17 unidades y goleador del equipo) cuando Cantón debió dirigirse a la banca por faltas. Y el siempre silencioso trabajo de Deion McClenton (16 rebotes) fue determinante cerca de los cestos para desactivar el peligro aéreo rival.
Atenas lo planteó bien. Pero terminó dando ventajas por errores en el cierre. De desconcentró e Hispano acortó una diferencia que, en la revancha, puede ser importante. Igual, nada opaca el triunfo y la buena labor colectiva. Fue 78-69 y una “final” más que importante metida en el bolsillo.