Alejandro Balbis y Tim Burton, qué dúo
Las historias fabulosas y grandilocuentes que en los pueblos del interior argentino se resumen en un “le abrió grande”, bien podrían haber sido conocidas por Tim Burton para hacer “El Gran Pez”, esa película suya de principios de este siglo que está basada en los relatos que hace un señor a quien ni su hijo le cree, hasta que en el momento de morir -¿esto es spoilear?-, se demuestra que todo era verdad. Sí, es spoilear. Disculpas. Y hay una canción de un uruguayo que homenajea a la película.
En la película, el padre se llama Edward; el hijo, Bill. El Gran Pez de Tim Burton es del 2003.
La canción del 2009 la hizo el uruguayo Alejandro Balbis, homenajeando y citando esa película, y sin vueltas la llamó también El Gran Pez, y la incluyó en su disco debut al cual llamó como la canción.
Así que ahí hay un dúo. Tim Burton y Alejandro Balbis.
Balbis, corresponde presentarlo, es una gran figura de la nueva música uruguaya. Viene del rock, podría decirse, y por eso se entiende su contacto directo con bandas de rock uruguayas de hoy como La Vela Puerca. De hecho, es co-autor de José Sabía y El viejo, dos de las más emblemáticas canciones de la banda. También ha colaborado con No Te Va Gustar.
Pero el aporte más visible al mundo rockero rioplatense fueron, sin dudas, los arreglos de coro de murga en agrupaciones como la Bersuit. Dicho de otra forma, si no hubiera sido por Balbis, mucho de la producción más célebre de la Bersuit no habría sido como fue.
Una mañana, al final de una entrevista de las muchas que hice con él, le pedí una canción y ahí, en el estudio, Balbis improvisó una versión de El Gran Pez, que él sabe que es una de mis preferidas.
Y pasando a otra cuestión, una visita suya, no sé si ésa misma u otra, sirvió para que hoy pueda mostrar cómo se hacía Disco Pi. Instalamos una cámara dentro del estudio para que fuera como un testigo más y la dejamos grabando. Así que ahora, que ha pasado tanto tiempo, ese video donde se ve lo que se escuchaba, sirve para invitar a mucha gente al estudio de Disco Pi, cosa que en la vida real nunca se pudo hacer por una lógica cuestión de medidas de la sala…