Orozco-Barrientos, de Guaymallén

Sí, pueden ser 20 años. O más o menos.

En el 2003, cuando todavía estaba en pie el proyecto Estudio del Arco con León Gieco, Tilín me acercó un CD con un demo de medio centenar de canciones suyas, una de las cuales, Pintadita, acababa de ganar en en Viña del Mar, que es un festival enorme, sobre todo para los mendocinos que lo tienen tan al toque. Otra copia de ese disco fue para Gustavo Santaolalla y él, ya se sabe, fue rápido y terminó produciéndolos. A Fernando lo conocía de un tiempo antes, porque él, en su rol de rockero, había compuesto El amor es más fuerte para la película Tango Feroz.

Vivimos tantas historias juntos.

Una vez fueron los dos a un hotel en Buenos Aires donde yo paraba por unas horas, y desayunamos e hicimos no sé qué planes… que por supuesto no concretamos.

Otra vez, mucho antes, de madrugada, animaron una formidable guitarreada al lado de la pileta en un hotel en San Carlos, en el sur de Mendoza (ellos no sé si saben que grabé todo eso con un minidisc y me quedó un registro maravilloso).

Una noche, también de madrugada, después de la cena, cayó Abel Pintos a la casa de Tilín, en Mendoza, y los dos se fueron a una sala sin ruidos para componer una canción que después volvieron a la cocina y la cantaron, y yo por supuesto la grabé…

Esta última vez que vinieron a Córdoba a festejar los 20 años del dúo no los vi. Sí un tiempo antes, cuando tuvieron la atención conmigo de pasar por Agua de Oro para cruzarnos al menos. Esa venida al pueblo les sirvió para comprar algo de carne para el asado del mediodía.

Son muy importantes los dos. Y en dúo, más aún. No es casual que Gustavo Santaolalla los produjera. Ahora son clásicos totales y nadie sabe por qué no tienen toda la popularidad que merecen.

Una vez, no sé bien cuándo, compartimos una cena y un vino, y como ocurrió tantas veces, hicieron aparecer las guitarras y cantaron.

El video lo muestra.

Seguramente no hace falta agregarlo: los dos son muy divertidos también.