Pappo, la guitarra mayor de la Argentina
Sorprendió cuando llegó a la escena del rock local. Nadie toca tanto y tan bien como él, se dijo. Y era cierto. Toca tan bien como Clapton y Hendrix, se dijo, y en verdad nadie comprobarlo: él estaba tan lejos del centro del mundo, Estados Unidos y Gran Bretaña. Pero enseguida se hizo de su lugar aquí. Sobre todo cuando tocó como sabía y podía. Años después, lo encumbró B. B. King, uno de los grandes maestros. Con clásicos suyos de su primer disco personal, éste es un homenaje a Pappo.
Se llamaba Norberto Napolitano, y pasaba el día en el taller de autos en su barrio, La Paternal, de Buenos Aires. Pero tocaba la guitarra. Le decían Pappo.
Un día su amigo Héctor Lorenzo, a quien le decían Pomo, el contó que todos los hippies de la ciudad se reunirían en Plaza Francia. El al principio dijo que ésa tan céntrica no era una zona para él, pero al final aceptó. Así Pappo entró en el grupete de los náufragos y fue integrado a la primera formación de Los Abuelos de la Nada que formó Miguel Abuelo en esa plaza. Por ese paso, Pipo Lernoud, gran amigo de Miguel, consiguió su primera guitarra eléctrica.
Pasó el tiempo y después de su breve paso por Los Abuelos -primera formación- y por Los Gatos, Pappo tuvo por fin su primer proyecto personal. Lo hizo posible Jorge Alvarez. Fue en 1970. Y en el 71, grabó su primer disco Pappo’s Blues.
Yo nunca fui su amigo. Sí, tuvimos una muy buena relación. Aunque a principios de 1981 escribí una crítica muy desfavorable al sonido del primer disco de Riff, una formación que mucho le importaba.
Nunca fui su amigo pero cuando nos encontramos, lo pasamos muy bien. Me respetaba.
Por eso hoy puedo, a propósito de nada, proponer un homenaje a su estatura artística, compartiendo algunas canciones de su primer disco personal.
Porque después de su paso como guitarrista de Los Gatos, que lo hizo conocido en el ambiente del rock local, tocó esporádicamente en los discos de La Pesada del Rock de Billy Bond y luego, con producción de Jorge Alvarez -el gestor del sello Mandioca, fundacional del rock aquí- grabó sus primeros temas al frente de un power trío como había sido Cream: Pappo’s Blues.
En el primer Pappo’s Blues lo acompañaron Black Amaya en batería y un jovencísimo David Lebon en bajo -allí tocaba el bajo porque quién le iba a discutir su lugar como guitarrista a Pappo) y con esa formación se grabó el Volumen 1 del grupo que sería mítico en la historia del rock argentino.
Aquel disco, Pappo’s Blues Vol. 1, de 1971, fue ciertamente fundacional.
Las versiones que aquí comparto son extracciones directas del disco de vinilo original, que hoy tiene 52 años.
Tuve el gran honor de ser alguien en el mundo acelerado de Pappo.
Su vida terminó en verano, una madrugada del comienzo de febrero de 2005, cuando tuvo un accidente de motos cerca de Luján.
Y sí, nadie tocaba como él. Sólo hay que escucharlo, en tiempos en que nadie, en el mundo, caminaba por senderos que él transitaba con suficiencia.
En uno de los primeros pasos de su mítico Pappo’s Blues, fue acompañado por Pomo y Machi, luego compañeros de Invisible, el grupo de Luis Alberto Spinetta. Sí, Pomo, su amigo del barrio.
Alguno de los temas de esa primera producción personal suya, en Pappo’s Blues, lo acompañaron siempre.