Pedro Aznar: “ese” malhumor que puede venir con sonrisas
El músico, cantante y compositor argentino, que fue parte de Serú Girán y socio de Charly García, y que ahora es solista con una obra notable, es famoso también por su seriedad. Pero una vez, en la radio, se rió con ganas y contó historias desopilantes
La historia seria contará algún día que Pedro Aznar fue el niño prodigio del rock y del jazz en la Argentina, que integró Serú Girán cuando todavía no había cumplido los 20 años, que luego llegó a compartir discos y aventuras con Charly García como dúo -de esa etapa viene la historia del comercial de la cerveza que celebra el encuentro de 1986, cuando Argentina ganó el Mundial en México-, y que después bordó una notable carrera como solista. También se dirá, claro, que llegó a ser parte del proyecto de jazz moderno más importante y popular del mundo, el Pat Metheny Group, y que su participación redefinió el sonido de ese notable combo. La historia menor también contará que una vez, en 2023, se inmiscuyó en el cenagoso terreno del reggaetón, con un par de canciones de su disco El mundo no se hizo en dos días.
Aznar es reconocido por todo esto y también, en el mundillo periodístico, por ser alguien “difícil”. Amable, a veces -no siempre-, y serio. También reacio a las expresiones extemporáneas.
Dicho de otra forma, no se relaciona a Pedro con una persona que sonríe. Sin embargo, una vez, en una entrevista radial, contó historias desopilantes. Y terminó con los ojos llenos de lágrima de la risa.
El tramo que aquí se rescata viene luego de que el periodista le dijo que sería interesante que algunas de las historias que ha vivido en distintos momentos de su vida, fueran volcados a un libro, y él dijo que justamente estaba escribiendo un libro sobre la creatividad, y que no debía descartar otro en tono, sí, de bitácora de viaje.
Y la charla siguió así:
Aquel encuentro con Aznar terminó con una pequeña historia que nunca salió al aire. El entrevistador le obsequió un té de cardamomo, que había llevado a la radio sabiendo que Pedro no era afecto al mate, que era habitual en el programa y casi hasta un símbolo de esas conversaciones.
El músico agradeció el obsequio y remató con una frase un tanto pícara:
-La voy a guardar, porque qué van a decir si me ven saliendo con una bolsita en la mano…