Pedro Navaja había sido medio primo de Juan Boliche
Una vez Piero le contó al autor de estas líneas que había conocido a Blades cuando éste todavía todavía vivía en Panamá, y por eso aceptó estar en el estudio cuando el saldero hizo su primer contacto con un medio local -era la FM de Rivadavia- en 1983, en vísperas de su primer viaje a Buenos Aires. Ahí se reencontraron. Aquel sorprendente cruce lo replicó Disco Pi y hoy lo rescata esta nota
Una vez, no sé ni cuándo ni dónde, Piero me contó que en los tiempos de su primera gran popularidad internacional, en un viaje a Panamá, lo había visitado en el hotel un muchacho que era fan suyo, que se llamaba Rubén Blades.
Y que le había cantado unas canciones suyas, que estaban claramente influenciadas por la estética de los hits del argentino. En la línea de Juan Boliche y Pedro Nadie, Blades había escrito Pablo Pueblo. Años después, en esa misma línea, haría Pedro Navaja.
-¿Y, te gustan?
-Están muy bien.
-¿Me grabarías alguna?
-¡Mejor cantalas vos!
Años después, en las horas previas a la soñada recuperación de la democracia, supe que el salsero bajaría por primera vez a la Argentina, y me puse en la primera fila del periodismo local que anunciaría su llegada.
Así, en OvniBus, el programa nocturno de la FM de Radio Rivadavia, Blades hizo su primer contacto con Buenos Aires. Y como sorpresa para él, invité a Piero al estudio. Ahí se reencontraron.
Esto lo conté en Disco Pi y hoy quiero rescatar ese momento en esta nota.
(Podría contarse que después de aquella primera vez, entrevisté muchas veces a Blades. Y que incluso una vez, en otra venida a Buenos Aires, lo acompañé en una recorrida por las librerías de Corrientes. Y que Piero estuvo en Disco Pi)