En el primer cuatrimestre, las liquidaciones del agro duplicaron las del mismo período de 2020
Ascendieron a casi 10 mil millones de dólares. En abril, establecieron el récord para ese mes en los últimos 7 años. La mejora en los precios internacionales, el principal factor.
El informe mensual de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) refleja que las liquidaciones del complejo agroexportador durante el primer cuatrimestre de este año, llevan acumulados 9.775 millones de dólares, cifra que casi duplica la del primer cuatrimestre de 2020, que había sido de 5.016 millones de la moneda estadounidense.
Además, el registro señala que en abril llegaron a los 3.031 millones de dólares, cifra récord para ese mes en los últimos siete años. En ese sentido, el registro marca un 9,2 por ciento por encima de lo liquidado en el mes de marzo pasado, en el que había ascendido a 2.773 millones de dólares, siendo a la vez el mejor registro en los últimos 18 años para ese mes, con un incremento del 53 por ciento respecto a febrero.
De mantenerse los precios internacionales de la soja, desde la Bolsa de Comercio de Rosario señalan que el Estado Nacional recaudaría más de 7 mil millones de dólares sólo del complejo sojero, que incluye las ventas al exterior del poroto, la harina, el aceite y biodiesel. A ello hay que sumar el aumento de ingresos fiscales por las exportaciones de los otros granos.
La razón principal es la mejora de los precios internacionales, fundamentalmente en lo relacionado al complejo sojero, ya que la cotización de ese grano en Chicago roza los 580 dólares por tonelada. Mientras tanto, el maíz se acerca a los 300 dólares y el trigo también asciende en la pizarra de precios internacionales.
En lo referido a la soja, Córdoba se consolida como la provincia que aportará mayor volumen a la cosecha de los lotes de primera, con rindes de hasta 3.900 kilos por hectárea.
En ese contexto, el gobierno nacional reconoció que analiza nuevas retenciones con el objetivo de evitar el traslado de los precios internacionales al de los alimentos de consumo interno, y de esa manera intentar frenar el proceso inflacionario. Desde las entidades del agro ya expresaron su oposición a una medida de esa naturaleza y se declararon en estado de alerta.