Dos cordobeses elegidos en los Premios Konex
Tec y Elián Chali fueron reconocidos por los prestigiosos galardones. El primero es el enigmático autor de la fachada del edificio Vilaut y del mural más grande de San Pablo.
La edición 43 de los Premios Konex reconoció a el arte de dos cordobeses. Tec, el muralista que tiene entre sus obras a la fachada del edificio Vilaut en el centro de la ciudad y además es autor del mural más grande en San Pablo y Elián Chali, reconocido muralista con obras como la fachada de La Plaza de la Música.
En los Konex, los artistas fueron seleccionados entre las 100 figuras destacadas de la última década 2012-2021, integrando la categoría “Arte en el Espacio Público”, disciplina presente por primera vez en la historia del tradicional galardón.
Cuidadoso de su identidad, Tec deja que su obra hable por él y cuando hablamos de obra, hablamos de metros y metros cuadrados, porque si a algo Tec no le teme, es a las grandes superficies.
“Estoy muy feliz por el reconocimiento. Pero también lo que me da una alegría enorme es que el arte en el espacio público haya ganado un lugar en estos premios. Una modalidad que se generó auto gestionada y que con el tiempo se ha institucionalizado por el bien de las grandes ciudades mostrándole a las nuevas generaciones que hay diferentes formas de abordar las prácticas artísticas y de expresión. Es un espacio ganado por muchísimas personas que han creído y apostado por dejar la calle más viva, colorida y libre” aseguró al conocer la noticia.
Tec y Elián recibirán su Diploma al Mérito el próximo 13 de septiembre en la Ciudad de Buenos Aires junto a otros tres artistas seleccionados en la categoría: Marta Minujín, Marino Santa María, y Franco Fasoli.
“Durante la última década estuve un poco allá, otro tanto acá. Soy un artista de muchos lados: no sólo por las paredes en las que hago mis murales, sino también por mis recuerdos, experiencias, inspiraciones, amistades y familiares, que hacen que sea de todos lados”, cuenta TEC, quien actualmente vive y trabaja en Brasil.
Una buena noticia para los representantes del arte en la docta y un estímulo para seguir moviendo una disciplina que muchas veces queda invisibilizada.