Mixtape La Pampa llega al Cineclub Municipal Hugo del Carril
Un ensayo, una road movie, un viaje documental hacia el territorio y la historia. Andrés Di Tella va detrás de las huellas del escritor y naturalista Guillermo Enrique Hudson y ensaya preguntas alrededor de temas como la identidad o la pertenencia. “Seguir las huellas de Hudson es, también, otra forma de preguntarse por la Argentina", dice el director.
Quien no conoce la Historia repite el pasado.
Museo Pampeano, Chascomús: una foto en blanco y negro de la “estancia Santa María” acompaña la exhibición de un “fragmento del primer alambrado” tensado en estos lares, la propiedad privada al fin. “Se termina la libertad de la pampa”, dice la voz en off.
Mixtape La Pampa es un ensayo, también una road movie, un viaje documental hacia el territorio en la aventura por descubrir nuevas notas en la tensión entre el hombre y la naturaleza, entre la memoria y la geografía, entre el sentido y el tiempo.
Andrés Di Tella (Buenos Aires, 1958) se deja llevar por caminos laterales del sur de la pampa bonaerense. Busca allí las huellas del guacho Guillermo Enrique Hudson, traducida su identidad en William Henry Hudson cuando decide dejar la llanura, a sus 33 años, para instalarse en Londres a principios del siglo XX, desde donde escribirá, como suele decirse: en el “ocaso” de su vida, y de manera obsesiva, sobre sus años puros en el campo argentino.
“Seguir las huellas de Hudson es, también, otra forma de preguntarse por la Argentina. La pampa tiene tantos significados como la patria, y a la vez es un vacío”, dice Di Tella a Cba24n.
Desde este jueves, estreno exclusivo en Córdoba, Mixtape La Pampa inicia su semana de proyección en el Cineclub Municipal Hugo del Carril.
Como ocurre en la vida ordinaria, en las películas de Di Tella las preguntas suelen ser más importantes que las respuestas. En su filmografía (Ficción privada (2020), Montoneros, una historia (1994) 327 cuadernos (2015), Hachazos (2011), por nombrar desordenadamente) está la interrogación vital por lo acontecido, la memoria y la identidad, objetos en eterna construcción.
Los rastros borrosos de William Henry Hudson, la trilla que el gaucho dejó en la pampa, y su obsesión esencialista durante su segunda vida como naturalista en Londres, le sirven al director para ensayar, un siglo después, su propia duplicidad, su identidad tironeada por dos mundos, por dos lenguas. Siempre es difícil volver a casa.
-Dijiste haber quedado gratamente impactado por el efecto de Mixtape La Pampa sobre el público “joven” en los festivales de los que participó.
Di Tella- Sí, la conexión del público joven con la película me sorprendió. Durante estos días de funciones en Buenos Aires vi espectadores muy emocionados. Por lo que estoy escuchando, creo que tiene algo que ver con la sensación de pertenencia, de pertenencia a un país, un lugar, que al mismo tiempo es un lugar muy conflictivo, que a veces te expulsa. Hay algo que está pasando en muchos jóvenes: mucho apego a este lugar y, a la vez, cierto escenario propicio para emigrar. Creo que la película pega por ahí.
-La película resultó finalmente más autobiográfica que lo previamente imaginado.
Di Tella- Yo mismo viví buena parte de mi infancia y primera juventud en Inglaterra, primero con mis padres, que trabajaban allí, y después yo mismo partí exiliado durante la dictadura. Entonces, existe una conexión con esto de tener recuerdos de infancia de otro país. El proceso de Hudson es inverso, pero creo que la historia de Hudson resuena en mí y entonces a través de la película trato de que esa historia, aparentemente distante, de un gaucho del siglo XIX convertido después en escritor, resuene también en los espectadores por este juego de lentes y espejos que es el cine. Y efectivamente creo que eso está pasando. Que la gente se sienta cerca de Hudson, que Hudson los haga reflexionar sobre sus propias vidas… quizá eso tiene el cine, que te permite hacer un viaje emocional a través de la vida de otro.
-¿Cómo fue dándose la investigación sobre Hudson y cuáles los hallazgos que le dieron a la película su forma final?
Di Tella- Hudson se fue a los 33 años de la Argentina y nunca volvió, pero pasó muchos años de miseria y frustración hasta que ya muy tarde fue reconocido. Al final de su vida se lo reconoce como gran escritor: lo descubren, entre otros, Virginia Woolf y Joseph Conrad.
Hay algo que dice (Jorge Luis) Borges, que fue el primer lector de Hudson en Argentina cuando ni siquiera sabía que era argentino; Borges pensaba que se trataba de un viajero que había venido, como tantos otros, a la pampa o la patagonia en plan expedicionario. Borges, más adelante, cuando conoce la vida de Hudson, dice: “Busca el destierro para sentir mejor la pérdida de su mundo”. Ahí quizás haya una clave en la relación de un escritor con su propia vida.
Mixtape La Pampa es una película de Andrés Di Tella, producida por Gema Films, en coproducción con Errante (Chile). Dirección de fotografía: Darío Schvarzstein. Montaje: Valeria Racioppi. Dirección de sonido: Roberto Espinoza. Color: Daniel Dávila.
Funciones de Mixtape La Pampa en el Cineclub Municipal Hugo del Carril
- Jueves 13: 18:00 y 23:00.
- Viernes 14: 15:30.
- Sábado 15: 18:00 y 23:00.
- Domingo 16: 15:30 y 20:30.
- Martes 18: 18:00 y 23:00.
- Miércoles 19: 15:30 y 20:30.
-Edgardo Cozarinsky era muy cercano a tu padre y recreó su figura en “Ficción privada”. ¿Cómo le gustaría que se lo recuerde?
Di Tella- Un gran amigo, en primer lugar, y gran escritor, gran cineasta, una gran influencia en mis películas. Siento que sin Edgardo la película en un punto queda incompleta. Creo que había en él algo de último mohicano, el último representante de una estirpe que va hacia atrás, hacia Borges, hacia cierta cultura de la Argentina muy propia. Era él uno de sus últimos representantes.