El paquete de ayuda para el coronavirus de 1,9 billones de dólares del presidente Biden, que la Cámara aprobó ayer y se espera que Biden firme esta semana, tiene un alcance gigantesco, una cantidad tan grande que puede ser difícil de conceptualizar en términos concretos. Pero en medio de una pandemia que ha provocado graves daños económicos en todo el mundo, muchos gobiernos han hecho importantes promesas de gasto.
Aquí se intenta resumir como pueden compararse las medidas estadounidenses con otras realidades.

¿Qué representan 1,9 billones de dólares a escala mundial?
Es grande. Para ponerlo en contexto, el Plan de Rescate Estadounidense de Biden por sí solo es mayor que el PBI de la mayoría de los países del mundo; de hecho, es apenas más pequeño que el de Italia y superior al de Brasil, según los datos de 2019 del Banco Mundial.

Y este paquete es solamente la última medida de Estados Unidos. En diciembre, el Congreso aprobó un proyecto de ley de ayuda de $ 900 mil millones, además de más de $ 2.5 billones de ayuda autorizada durante el último año completo en el cargo del presidente Donald Trump. O sea, todas las ayudas sumadas totalizan 5.3 billones de dólares.

Estados Unidos ha gastado más que cualquier otro lugar en el alivio del coronavirus. La economía estadounidense es la más grande del mundo, por lo que el país tiene más para gastar. Japón, que aprobó un estímulo de 707.000 millones de dólares en diciembre además de dos paquetes anteriores que ascendieron a 2,2 billones de dólares, probablemente ocupa el segundo lugar. Algunos analistas están en desacuerdo con las cifras de Japón, diciendo que incluyen más que solo el gasto gubernamental por coronavirus.

Las comparaciones pueden ser complicadas: en algunos países, las generosas redes de seguridad social que ya estaban en vigor se han puesto en marcha durante la pandemia, lo que ha aliviado la necesidad de realizar grandes impulsos de gasto.

¿Cómo se compara el gasto estadounidense?
Ceyhun Elgin, macroeconomista de la Universidad Boğaziçi en Turquía que ha estado al frente de un equipo que rastrea las respuestas fiscales de los países a la pandemia como porcentaje del producto interno bruto, dijo que antes del paquete de ayuda de Biden, Estados Unidos se había comprometido con alrededor del 18,22 por ciento de su PIB, ubicándose en la 13ª posición entre los 168 países a los que se hace seguimiento.

El nuevo paquete de 1,9 billones de dólares se suma a eso, empujando la respuesta fiscal de Estados Unidos por encima del 27 por ciento del PIB, según los cálculos de Elgin. Eso es casi cuatro veces la proporción implementada en respuesta a la crisis financiera de 2008, y solo superada por Japón en términos de respuesta al coronavirus.

“La respuesta fiscal de Estados Unidos en 2020 estuvo entre las más grandes del mundo. Fue comparable o ligeramente menor que las respuestas en algunos otros países como Alemania y Canadá, pero más o menos igual ”, dijo Jason Furman, un alto funcionario de la administración de Obama. "La respuesta fiscal en 2021 hasta ahora en los Estados Unidos es enormemente mayor que lo que cualquier otro país ha hecho hasta la fecha o está discutiendo actualmente".

Perú lidera el ranking en América Latina
"Latinoamérica presenta un gasto menor que el promedio a nivel mundial", dice Elgin. Mientras la región ha gastado cerca de un 2,4% del PIB, el mundo ha desembolsado un 3,7%.
Y en el caso de los países ricos -aquellos con más de US$10.000 per cápita- el gasto fiscal adicional por la emergencia es de 6,7% del PIB.

"En América Latina el sector informal es muy grande. Eso hace que la recaudación de impuestos sea baja y por lo tanto, el tamaño de los paquetes más reducido", apunta el economista.
El país que lidera la lista regional de mayor gasto fiscal frente a la pandemia es Perú (9% del PIB), mientras que en el otro extremo está Nicaragua, con un nivel de gasto igual a cero.

¿Con qué puede compararse el paquete de ayuda que aprobó ayer EE..UU.?

Argentina está sexto en este ranking, bien por debajo del gasto de Perú y Brasil, que casi duplican nuestra asignación de recursos, en proporción del PBI.

"No hay que confundir el tamaño del paquete con la efectividad", advierte Elgin. "Lo más importante es cómo se gasta el dinero, el contenido del paquete, no sólo la cantidad de dinero". 
"Un paquete más grande no significa un paquete mejor", dice Elgin, agregando que se van a requerir otros estudios que permitan analizar en profundidad los contenidos específicos del gasto fiscal frente a la pandemia.

"¿En qué estás gastando el dinero?, ¿en darle crédito a las empresas pequeñas?, ¿en rescatar a empresas grandes?, ¿en los desempleados?, ¿en los informales?, ¿en los bancos?. Esto es muy importante", dice Elgin.