¿Libertad individual o interés colectivo? Supremo de Brasil decide sobre la obligatoriedad
Bolsonaro se opone pero hay tradición de planes nacionales de inmunización, con vacunas obligatorias.
Criticado por defender actitudes contrarias a la ciencia, como el rechazo al aislamiento social y la publicidad de la cloroquina como tratamiento para el coronavirus, el presidente Jair Bolsonaro ha venido defendiendo que las vacunas contra el coronavirus no sean obligatorias.
Al argumentar que le corresponde al ejecutivo decidir sobre este tema, el jefe de Estado citó la ley 6.259 de 1975, que atribuye al Ministerio de Salud establecer cuáles son las vacunas obligatorias.
Sin embargo, el propio Bolsonaro firmó, a principios de este año, la ley 13.979, que aclara las medidas que se pueden establecer en el país para combatir la pandemia. Entre ellos se encuentra la adopción de vacunación obligatoria por parte de estados y municipios. Además, la Constitución establece que la gestión de la salud es responsabilidad de la Unión, los estados y los municipios, con lo que queda una zona gris en las definiciones que pueden tomarse en cada jurisdicción.
Eso ha motivado al Gobernador del Estado de Sao Pablo, decidir la contratación y un programa de vacunación propio con la vacuna china Sinovac, que comenzará en enero, sin obligatoriedad para al población.
Con este cuadro, el tema generó dos Acciones Directas de Inconstitucionalidad (ADI), con objetivos opuestos, que serán juzgadas en el Tribunal Supremo Federal del 11 al 19 de diciembre. En una de las ADI se solicita que se reconozca la competencia de los estados y municipios para determinar si la vacunación debe ser obligatoria. En la otra, se solicita que sea declarada inconstitucional.
Según los expertos, Brasil tiene una tradición de planes nacionales de inmunización, con muchas vacunas obligatorias. El Estatuto de la Niñez y la Adolescencia (ECA) determina la obligatoriedad de las vacunas para este segmento de la población. Dentro de esa tradición, se recuerda que en 1904 se produjo el “Levantamiento de las Vacunas”, un motín contra la inmunización obligatoria, aunque en las últimas décadas, sin embargo, este tema no fue parte del debate público.
Aunque en la mayor parte del mundo, y particularmente debido a la urgencia de la aprobación, la vacuna contra el coronavirus será ser opcional, existen precedentes de obligatoriedad en la mayoría de países.
'Confundir obligatorio con forzado'
El investigador del Centro de Investigación en Derecho de la Salud de la USP, Daniel Dourado dijo a Sputnik Brasil que "la gente confunde obligatorio con forzado", como si un "agente de salud invadiera las casas de las personas para pincharlas".
"Los que no se vacunan tienen restricciones para hacer varias cosas", explicó. "Para el Ministerio de Salud, la vacunación puede ser obligatoria para la inscripción en guarderías, el alistamiento militar y ciertas contrataciones por parte del estado", agregó.
Dourado cree que la vacuna puede ser obligatoria y que el interés colectivo prevalecerá sobre la libertad individual. Incluso cita la posibilidad de que los países requieran inmunización contra el covid-19 para permitir la entrada a su territorio.
"Pero, honestamente, creo que la vacuna no tiene que ser obligatoria, a menos que tengamos un creciente movimiento anti-vacunas. Esta es una discusión secundaria. El tema es mucho más sobre el diseño de políticas públicas. La vacunación en Brasil siempre ha sido obligatoria y el tema nunca se mencionó, las campañas siempre fueron efectivas y la gente se vacunaba. Al menos hasta hace poco. Desde hace cuatro a cinco años ha bajado la cobertura de vacunación. El sarampión, que es muy contagioso, es un ejemplo”, reflexionó el especialista que es además investigador del Institut Droit et Santé de la Universidad de París.
Para Gerson Salvador, especialista en infectología y salud pública, la vacuna contra el coronavirus debería ser obligatoria en Brasil.
"Se trata de protección colectiva. Un individuo pone en riesgo al resto de la sociedad cuando se niega a vacunarse. Por supuesto, la sanción debe ser proporcionada, pero deben existir sanciones administrativas para una persona que se niega a vacunarse, especialmente en un escenario de pandemia. Nadie puede reclamar un derecho individual que ponga en riesgo la salud de la comunidad", dijo el experto a la agencia de noticias Sputnik Brasil.
El debate está instalado y en los próximos días, será el propio Supremo Tribunal Federal que establecerá parámetros para esta discusión.