El tiempo caluroso y seco es el peor enemigo de los bomberos que denodadamente combaten los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos. Las llamas ya dañaron viviendas, causaron heridos y obligan a evacuaciones de modo permanente. 

El mayor incendio forestal activo de Estados Unidos ya se comió más de 113.000 hectáreas en el este de Oregón y otro incendio lleva devoradas más de 96.700 hectáreas en California. 
Como referencia, la más reciente temporada con una escalada de incendios similares en Córdoba ocurrió en 2020 y se contabilizaron 300 mil hectáreas arrasadas a lo largo de una temporada que comenzó el 9 de agosto en Tanti y siguió casi sin interrupciones hasta los primeros días de noviembre con varios focos en Traslasierra.

Para tener en cuenta: la temporada de incendios en el oeste de Norte América comienza ligeramente antes que la de nuestra región. Y 2020 fue también el año con incendios más importantes en aquella región, lo que debería servir de advertencia para lo que puede esperar en nuestra provincia en los meses por venir.

En California

El Park Fire arrasa parte de los condados de Butte y Tehama, al norte de Sacramento, California. Hasta el viernes por la noche había consumido más de 96.700 hectáreas, aproximadamente dos veces la ciudad de Córdoba, lo que lo convierte en el decimotercero más grande de la historia del estado. 

Más de 1.600 bomberos están trabajando para frenar su avance, pero las condiciones son tales que el servicio de incendios de California, Cal Fire, informó que el incendio estaba contenido en un 0% este viernes. Ya se destruyeron 134 estructuras destruidas y otras 4.200 amenazadas. 

El gobernador de California, Gavin Newsom, declaró este viernes el estado de emergencia en ambos condados. El estado también obtuvo una subvención de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias para garantizar que haya suficientes recursos para luchar contra el fuego.

Billy See, comandante de incidentes de Cal Fire, dijo que el fuego está avanzando a 12 a 16 kilómetros por hora. Pero See cree que la previsión de que los vientos disminuyan durante la noche y una mayor humedad en la zona les dará a los bomberos una mejor oportunidad de frenar el fuego. 

En Oregón

El incendio de Durkee, que ha quemado más de 116.500 hectáreas y estaba controlado en un 20% este viernes por la tarde, comenzó el 17 de julio cerca de la frontera entre los estados de Oregón e Idaho. 
Este incendio, aparentemente provocado por un rayo, es el mayor de los 34 grandes incendios forestales que se están produciendo en Oregón, el estado más afectado por los incendios en los últimos días. 

Más de 500 bomberos y recursos de 22 estados están trabajando para combatir el fuego. Durante el fin de semana y a principios de esta semana, el incendio de Durkee mostró un comportamiento extremo, y creó incluso su propio clima en forma de nubes pirocúmulos.

En uno de los focos al menos tres personas resultaron heridas, dos viviendas y otras 12 estructuras fueron destruidas a medida que el fuego se propagaba, según el Departamento de Gestión de Emergencias de Oregón. 
En el condado de Baker siguen en vigor las evacuaciones en las zonas próximas al incendio de Durkee. Algunas comunidades no tienen electricidad, según la gobernadora de Oregón, Tina Kotek, que ha desplegado recursos de la Guardia Nacional para ayudar. 

El denso humo de las llamas también ha obstaculizado el tráfico en la interestatal 84, provocando el cierre periódico de la autopista. Se han emitido alertas sobre la calidad del aire en algunas zonas de Colorado, Idaho, Oregón y Washington.

Fuente CNN