De manera sorpresiva, la RAE eliminó dos letras del abecedario español
Desde la institución, que tiene la función de regularizar el idioma español en el ámbito hispanohablante, explicaron las razones de los cambios y cómo se utilizará de ahora en más.
La Real Academia Española (RAE) decidió eliminar de manera formal dos "letras" del abecedario español.
La medida que fue comunicada en las últimas horas generó sorpresa en ámbitos académicos y especializados, ya que no se preveía una decisión de ese tipo, que fue tomada por la institución mediante un decreto.
En esta oportunidad, ha decidido eliminar dos signos que tradicionalmente se consideraban letras: la "ch" y "ll".
Según indicaron desde la propia RAE para justificar la medida, a diferencia de lo que comúnmente se piensa, "ch" y "ll" no son letras individuales, sino dígrafos.
Según la definición de la Universidad Pontificia Bolivariana, un dígrafo es un conjunto de dos letras que representan un único sonido. En este caso, "ch" y "ll" representan fonemas que se pronuncian como un solo sonido, lo cual los diferencia de las letras individuales.
La RAE, se autodefine como la institución que tiene como labor la regularización del idioma español en el ámbito hispanohablante y se encarga de velar por la unidad esencial del idioma, adaptándolo a las necesidades de los hablantes. De este modo, tiene la facultad de añadir o suprimir palabras, letras, signos y reglas según lo considere pertinente.
La exclusión de estos dígrafos del abecedario español fue anunciada en la sección “Español al Día” donde se afirma que "aunque esta regla no era ampliamente conocida, es importante tenerla en cuenta y aplicarla correctamente”.
La eliminación de "ch" y "ll" del abecedario no implica que desaparezcan del sistema gráfico del español, según señala la propia Academia, pero “es fundamental difundir esta regla de manera clara y directa para que sea conocida por todos”.
“El objetivo de una correcta escritura y habla radica en que logremos organizar nuestro mensaje antes de exponerlo, y que este sea comprensible para quien sea el receptor de dicho mensaje, evitando dar pie a que se malinterprete”, indicaron desde la institución española.