Documental para conocer a Fujimori: del Ingeniero al Presidente y Dictador
Tras su muerte, a los 86 años, el director de Cine peruano Fernando Vilchez hace una reconstrucción histórica. De no tener un plan a realizar 270.000 esterilizaciones forzadas estilo Holocausto.
La muerte de Alberto Fujimori no deja de ser una marca más en América Latina, región atravesada por golpes militares. Perú lo tuvo durante la década de 1990 como protagonista.
Llegó a la Presidencia tras ganarle a Mario Vargas Llosa, pero a poco más de un año de gestión decidió el cierre del Congreso legislativo.
“Era un ingeniero (agrónomo) desconocido, que entró sin plan y gestó una cúpula militar oscura para dar un Golpe de Estado. Ahí se supo que el plan era quedarse con el Poder Legislativo y el Judicial también”, dice hoy Fernando Vilchez.
Formado en Lima como filósofo y en Madrid como cineasta, es director de ‘Su nombre es Fujimori’, un documental “hecho en muy pocos días para la campaña presidencial de 2016”, donde Keiko Fujimori era una de las aspirantes al lugar que ocupó su padre diez años.
Allí se narra la década fujimorista, desde su asunción, el ‘Autogolpe’ de 1992 y pasando por la actuación del grupo paramilitar Colina, que “asesinaba con la excusa del terrorismo”.
Entrevistado en el programa Mirá Quien Habla, de FM 102.3 y radio Universidad de Córdoba, Vilchez recordó el juicio histórico al dictador que estaba libre hacía nueve meses, merced al indulto del gobierno de Dina Boluarte, y que vía redes sociales se había lanzado como candidato para las elecciones de 2026.
Pero hizo hincapié en “las imágenes dignas del Holocausto” que significaron las campañas de Esterilizaciones Forzadas llevadas adelante fundamentalmente contra mujeres aborígenes por Fujimori.
Y narró: “Es uno de los crímenes más graves, y resume lo que significó el Fujimorismo: fue una gran campaña en zonas más bien rurales organizada desde el Estado en todas las regiones del país bajo la bandera de ‘Vamos a cuidar la reproducción sexual’. A miles de mujeres no se les dijo qué se les iba a hacer; y se narraron imágenes como cientos de ellas al día yendo en bata a los lugares asignados por el Ministerio de Salud. Se actuó en muchas poblaciones campesinas o quechua-hablantes, y muchas víctimas se enteraron muchos años después de que estaban esterilizadas”.
Fujimori, prófugo cinco años tras huir en 2000 y ser depuesto por “insanidad”, fue condenado por violaciones a los Derechos Humanos, pero nunca por estas Esterilizaciones, cuyo número es impreciso pero que podrían haber sido más de 270.000.