Los incendios forestales extremos en el mundo se han duplicado en los últimos 20 años
Un nuevo estudio que analiza datos satelitales se centró en los incendios forestales extremos, que tienen graves consecuencias para los seres humanos y el planeta. Cuál es la incidencia del cambio climático.
Un artículo breve recientemente publicado en la revista "Nature Ecology & Evolution ", analizó específicamente los “grandes incendios”, aquellos fuegos masivos que liberan grandes cantidades de energía a partir del volumen de materia orgánica quemada.
La premisa del artículo es que hay evidencia de que “el cambio climático está exacerbando las condiciones de los incendios forestales, pero faltan pruebas de las tendencias globales en los fuegos de actividad extrema” que tienen un impacto especial sobre el medio ambiente.
Los investigadores, todos pertenecientes a un centro Australiano, señalaron precisamente los incendios históricos de Australia de 2019 y 2020 como un ejemplo de fenómenos “sin precedentes en su escala e intensidad”. Al final, según el estudio, los seis años de incendios más extremos han ocurrido desde 2017, es decir en los últimos 7 años.
“Esto coincide totalmente con lo que el cambio climático está provocando en el clima de incendios en todo el mundo. El cambio climático está provocando que los incendios sean más extremos y más frecuentes en gran parte del mundo”, dijo el autor principal Calum Cunningham, investigador postdoctoral en la Universidad de Tasmania en Australia en un artículo de divulgación sobre el tema.
Aunque investigaciones anteriores habían encontrado una disminución en la superficie quemada por incendios forestales a nivel mundial durante este siglo, el nuevo estudio encontró que los incendios forestales extremos se han multiplicado por 2,2 desde 2003; es decir, más que duplicado en los últimos 20 años.
Los incendios forestales extremos tienen graves impactos ecológicos y sociales, ya que provocan muertes y pérdida de biomasa, al tiempo que emiten altos niveles de carbono. Según el estudio, la gravedad de los incendios, que es una medida de estos impactos, suma más regiones en las que está en aumento que en las que disminuye.
Cunningham y su equipo analizaron datos de satélites de la NASA en órbita, que recogieron cuatro mediciones de incendios por día durante 21 años. "Esperaba ver aumentos, pero el ritmo de los aumentos me sorprendió y alarmó porque sólo estamos viendo un período de tiempo bastante corto", dijo.
Según el estudio, a medida que aumentan las temperaturas nocturnas, la intensidad de los incendios forestales continúa siendo fuerte durante las horas de la noche. Esto plantea un problema para los bomberos que dependen de esa ventana para apagar el incendio.
Los incendios forestales extremos han aumentado desproporcionadamente en determinadas regiones: América del Norte, Australia, Oceanía y el Mediterráneo. Los investigadores observaron especialmente un aumento de los incendios forestales en los bosques de coníferas y en los bosques boreales, que se encuentran principalmente en América del Norte y Rusia. En los bosques templados de coníferas, los incendios forestales extremos se han multiplicado por 11; en los bosques boreales el aumento fue de “apenas” siete veces.