Es difícil tomar dimensión de cómo funciona el negocio de apuestas on line y los casinos a los que se puede acceder desde cualquier teclado o teléfono. Es mucho más difícil establecer cuánto dinero circula en estos sitios.

Lo cierto es que desde que comenzaron a desembarcar en Argentina los sitios de apuestas que hacen publicidad masiva y sistemática en los eventos deportivos y muy especialmente en el fútbol, el usuario desprevenido no tiene forma de reconocer si está ingresando a un sitio “oficial” o a un sitio sin habilitaciones ni permisos.

Es claro, a la hora de analizar el impacto de la ludopatía sobre la población y la capacidad de estos sitios para reforzar comportamientos adictivos, la cuestión de si están habilitados o no, debería estar en segundo plano, pero no parece ser la preocupación de los ediles y legislaturas de todo el país, que vienen generando aprobaciones.

En este contexto se conoció el sábado que una investigación de la Unidad Fiscal Especializada en Investigaciones de Ciberdelito (Ufeic) de San Isidro, conducida por el fiscal Alejandro Musso, que había comenzado a partir de información aportada por personal de la División Ciberpatrullaje de la Policía Federal Argentina (PFA) concluyó  con el bloqueo de 110 casinos online clandestinos, y el secuestro de 250 millones de pesos.

Para tomar dimensión del dinero que circula: solo uno de los casinos online clandestinos investigados había recaudado, desde enero pasado hasta las últimas horas, 2500 millones de pesos. Ahora ya no podrán operar en la Argentina como lo venían haciendo por que la Justicia dispuso el bloqueo de las 110 casas de apuestas y juegos en red ilegales.

Los detalles

“Ninguno de los sitios posee algún filtro para que los menores de edad no puedan acceder. Se les permite jugar sin restricción alguna. De igual modo se observa una desigualdad de competencia con sitios legales que tributan al fisco y que están registrados debidamente, y generan empleos legítimos, frente a estos otros que no cumplen con ninguna de estas metas”, sostuvo el fiscal Musso en el dictamen presentado ante el juez de Garantías de San Isidro Esteban Rossignoli en el que solicitó que, por intermedio del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) se bloqueen los casinos online clandestinos investigados. El magistrado hizo lugar a la medida solicitada.

La Asociación de Loterías, Quinielas y Casinos Estatales de Argentina (ALEA) confirmó ante el requerimiento fiscal que los 110 sitios investigados no tenían la licencia ni la autorización para operar en la Argentina.

Desde ALEA insisten en que los sitios que tienen la extensión “.bet.ar” son los únicos que están autorizados para operar juegos de azar en el país. Ninguno de los casinos online que fueron objeto de la redada cumplían dicho requisito.