Kimberly Cheatle, ahora exjefa del Servicio Secreto estadounidense, renunció formalmente al cargo este martes, diez días después del atentado e intento de asesinato contra el candidato republicano Donald Trump.

La propia Cheatle definió el evento, del que Trump salió notoriamente fortalecido (electoralmente hablando), como “el mayor fallo operativo de la agencia en décadas”. 

La renuncia se confirma un día después de la comparecencia de Cheatle en el Capitolio, durante la cual no tuvo más remedio que escuchar el pedido de legisladores de ambos partidos para que renuncie.

Kimberly Cheatle, el último lunes en Washington. Foto: Reuters.
Kimberly Cheatle, el último lunes en Washington. Foto: Reuters.

“La misión solemne del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. Y el 13 de julio fallamos”, dijo Cheatle ante la comisión del Congreso

“A la luz de los recientes acontecimientos he tomado con gran dolor de mi corazón la difícil decisión de dejar de ser vuestra directora”, escribió Cheatle vía email a los empleados de la agencia que comandó hasta este martes.  

Las críticas contra el operativo y la performance del Servicio Secreto continúan aún hoy, y serán material para lo que resta de la campaña. Las alertas que ciudadanos emitieron y los movimientos sospechosos durante la jornada del atentado en Butler siguen en la agenda de los medios en Estados Unidos.

Joe Biden no irá por la reelección en Estados Unidos