Una Venezuela, dos presidentes y una crisis institucional que se agudiza
Mientras Juan Guaidó pide el apoyo de los militares venezolanos, Nicolás Maduro es respaldado por el Tribunal Supremo y el ejército.
Juan Guaidó, líder de la oposición y cabeza de la Asamblea Nacional Venezolana, pidió a las fuerzas armadas de su país que se pongan de su lado ante una multitud en Caracas, después de proclamarse presidente encargado de Venezuela el pasado miércoles.
"Pónganse del lado del pueblo de Venezuela. Van a tener en los próximos días unas pruebas importantes, la primera con su conciencia y su familia, la segunda con todos los que pasan hambre: ¿Van a permitir o no el paso de ayuda humanitaria?", exclamó en su discurso.
El diputado propuso amnistiar a todo el que ayude en la restauración del orden constitucional en el país, mientras que dijo que "habría que revisar" si Nicolás Maduro entraba en esa amnistía.
"Lamentablemente aún es un dictador, responsable de las víctimas del día de ayer (por el miércoles) en Venezuela", dijo el autoproclamado presidente en una entrevista.
Además, defendió que su juramento fue para abrazar la Constitución y asumir las competencias que se establecen, no para un golpe de estado.
Si bien Guaidó insistió con la posibilidad del acercamiento con los militares, ya que expresó que la relación de la oposición con el ejército "ha sido muy áspera, pero por encima de esto está el país", la cúpula militar, por el momento, apoya al sucesor de Hugo Chávez y acusa al diputado opositor de ser parte de un golpe de estado, orquestado por la administración de Donald Trump.
Vladimir Padrino, ministro de Defensa venezolano, expresó este miércoles: "Alerto al pueblo de Venezuela que se está dando un golpe de Estado contra la institucionalidad de nuestra democracia, contra nuestra Constitución, contra el presidente Nicolás Maduro, presidente legítimo".
Pero Guaidó tiene el apoyo incondicional de los Estados Unidos, quien fue el primer país en hacer pública su aprobación. Le siguieron varios países de la región, como Argentina, Chile, Canadá, Paraguay y Brasil. México, Bolivia, Nicaragua y Uruguay, por su parte, reconocen que Maduro es el legítimo presidente de los venezolanos.
"El tiempo para el debate ha terminado, el régimen del ex presidente Nicolás Maduro es ilegítimo. Su régimen está moralmente en bancarrota, es económicamente incompetente y profundamente corrupto. Es antidemocrático hasta la médula", expresó el secretario de estado estadounidense, Michael Pompeo, ante la Organización de Estados Americanos.
A pesar de esa intervención, Guaidó obtuvo el reconocimiento de 16 de las 34 naciones que conforman la organización.
La Unión Europea, por lo pronto, se mantiene en una relativa neutralidad, aunque criticó a Maduro e instó a que se celebren elecciones lo antes posible. Rusia y China, por otro lado, respaldan a Nicolás Maduro.
Maduro continúa aferrado al poder
Nicolás Maduro visitó el jueves el Tribunal Supremo, donde obtuvo el apoyo de los jueces, siendo muchos de ellos designados por él mismo. El Consejo Nacional Electoral también lo apoya, y este organismo recordó que Maduro fue elegido de forma legítima.
En su visita, el presidente venezolano apuntó contra la administración estadounidense: "Creo que en el mundo no queda duda que es el propio Donald Trump quien quiere imponer un Gobierno de facto e inconstitucional, un golpe de estado en Venezuela contra el pueblo y la democracia. No queda duda que es Donald Trump con su locura de creerse policía del mundo, de creerse el mandamás de América Latina y el Caribe".
Asimismo, Maduro instó a los diplomáticos estadounidenses a abandonar Venezuela. En este sentido, los Estados Unidos retiraron el jueves a todo su personal diplomático que no fuera indispensable del país caribeño.
Un factor clave en esta crisis institucional y social es el apoyo del ejército. En este sentido, diferentes comandantes del ejército bolivariano pudieron verse a través de la televisión estatal apoyando a Maduro.
Cabe destacar que Maduro mantiene bajo su control a todas las instituciones venezolanas, con la sola excepción de la Asamblea Nacional.
En tanto, la oposición se manifiesta en las calles para pedir que Nicolás Maduro deje el poder. Posterior a la autoproclamación de Guaidó como presidente interino, comenzaron los disturbios y enfrentamientos, que dejaron como saldo 26 muertos, según el Observatorio de Conflictividad Social, que respalda al diputado opositor.
Fuente: Euronews