"El incendio es una herramienta industrial para cambiar el uso de la tierra y Córdoba lo sabe"
Joaquín Deón es geógrafo e investigador. En conversación con FM102.3 tomó de ejemplo el desarrollo industrial de pinares y el boom de la construcción de cabañas turísticas para explicar por qué Córdoba está en el ranking mundial de incendios forestales: "es por las condiciones que Córdoba permite".
Los incendios en la provincia han encendido nuevamente el debate en torno a las políticas industriales, ambientales y urbanísticas como causales de la generación de condiciones para un problema que parece crónico en la Córdoba de los últimos 20 años.
Luego de generar la pérdida total de más de 40 cabañas solo en el complejo Potrerillo Pueblo de Montaña y unas 4.500 hectáreas serranas quemadas en pocas horas, el ministro de Seguridad Alfonso Mosquera sostuvo en Radio Universidad: "Por sus características, Córdoba se asemeja a los 10 lugares más propensos a incendios forestales".
Para Joaquín Deon, geógrafo e investigador de Conicet, las condiciones que han llevado a calificar los últimos incendios como "explosivos" por su rapidez y voracidad, son consecuencia de la política desarrollista que Córdoba misma ha permitido.
Para Deón "hay que poner en cuestión lo siguiente: antes de que el fuego avance, avanzaron etapas extractivistas de lógica capitalista". Como ejemplo de esta práctica se refirió a la evolución que ha tenido el uso del suelo en la región de Paravachasca, donde el fuego arrasó en las localidades de Atos Pampa, Intiyaco y Potrero de Garay: "Primero implantaron estos pinares y después los ofrecieron como lugares prístinos y naturales para construir barrios", expresó en el programa Nada del Otro Mundo.
"¿Qué hace un pinar gigante entre Paravachasca y Calamuchita? Es un plan forestal industrial de la década del 50. Es una industria que no prosperó acá como sí lo hizo en otros puntos del país. Pero es una industria que aún existe en esta zona de Córdoba", contó el geógrafo y docente.
Con el paso del tiempo, a finales de los 90 comenzó un proceso de compra y venta de tierras con métodos de subdivisión de lotes que esquivaban las reglamentaciones urbanísticas. En esos campos, más grandes que un lote, se erigieron complejos de cabañas sin control que generaron condiciones para que un accidente eléctrico pueda desatar un incendio forestal.
"En Potrero de Garay hubo un incendio en una zona de interface, producto de un poste de luz. Interface significa que es una zona de transición entre el campo y la ciudad, donde se tendieron servicios en áreas donde la Ley de Bosque no permite esos niveles de urbanización".
Para Deón, lo sucedido sobre la ruta S-271, a la vera de la rotonda del Gaucho Urbano, es producto de una historia que empezó con el intento de fomentar la industria de la madera y terminó con el boom de complejos de cabañas para el turismo. Ambos desarrollos sin contemplar el impacto medioambiental.
"Si hay algo que necesita el sistema capitalista es seguir adecuando la naturaleza a las condiciones de reproducción del mismo sistema. Si su reproducción implica la destrucción del bosque nativo, se destruye".
"Así fuimos sextos a nivel mundial en incendios durante 2020. Córdoba quema todo y permite que se avance con minería, loteos, ganadería. Lo que plantea Mosquera sobre que somos una de las 10 zonas más incendiarias del mundo, son por las condiciones que Córdoba permite".
"El incendio es una herramienta industrial para cambiar el uso de la tierra. Córdoba lo sabe y por eso está en el ranking de incendios junto a los países más desarrollados... los que destruyeron todo", sostuvo Deón.