Migración y Cambio Climático: la urgente necesidad de reconocer a los refugiados ambientales
En Otro Siglo hablaron sobre la realidad de los refugiados ambientales y cómo la crisis climática está impactando la migración en América del Sur. Ignacio Odriozola, abogado especializado en migración y miembro investigador en la Red Sudamericana para las Migraciones Ambientales (Resama), propuso mirada esclarecedora sobre esta creciente problemática y los desafíos que enfrenta Argentina en materia de cambio climático y migración.
Ignacio Odriozola, abogado en la Comisión Migrante de la Defensoría General de la Nación y miembro investigador en la Red Sudamericana para las Migraciones Ambientales (Resama), conversó con Otro siglo para hablar de las problemáticas de cambio climático y migración.
Resama es una red que se fundó en 2010 con el objetivo de generar conocimiento e investigaciones sobre la vinculación entre el cambio climático, los desastres naturales y la movilidad humana. Asimismo, también se encargan de asesorar a gobiernos y trabajar en la conformación de políticas públicas relacionadas con este tema.
"La red está integrada principalmente por investigadores independientes de Sudamérica, como Brasil, Argentina, Perú, Colombia y Uruguay. También tenemos miembros viviendo fuera de la región, en Europa, lo que la hace una red bastante diversa." Ignacio Odriozola.
En un mundo en el que la crisis climática crece es importante entender el concepto de Refugiado ambiental. Éste refiere a la persona que se ve obligada a abandonar su lugar de residencia debido a los efectos del cambio climático y desastres naturales. Estas personas se desplazan debido a condiciones medioambientales extremas que hacen inhabitable o peligroso quedarse en su lugar de origen.
En términos jurídicos el concepto de refugiado ambiental no existe pero, según explicó Ignacio, cada vez ha tomado más relevancia. La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 no menciona factores climáticos ni ambientales como motivo para reconocer a una persona como refugiada. Sin embargo, casos como el de Ioane Teitiota, un ciudadano de Kiribati y refugiado ambiental, nombrado así por el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, sugieren que a futuro podría existir legalmente dicho concepto, sobre todo si los estados no previenen o minimizan los riesgos del cambio climático.
La creación de la figura legal del Refugiado Ambiental conllevaría la obligación para los estados de aceptar a todas las personas que se vean forzadas a abandonar su país debido a los efectos del cambio climático o desastres naturales. Al reconocer su condición de refugiados, se les aseguraría la protección y salvaguardia de sus derechos fundamentales, incluyendo la posibilidad de vivir en un lugar seguro y libre de persecución, además de acceder a servicios básicos esenciales como atención médica y educación.
En cuanto a la situación en Argentina, Ignacio afirmó que aunque las consecuencias del cambio climático son cada vez más notorias en el país, aún hay poco desarrollo sobre la temática. Oficialmente no existen cifras sobre personas desplazadas internamente por efectos del cambio climático, y el tema aún no ha sido abordado a nivel regional de manera integral.
"Es necesario que Argentina se interese más en la temática, defina políticas públicas y, eventualmente, establezca figuras legales que permitan reconocer a los migrantes forzados internamente por el cambio climático." señaló.
La complejidad radica en que los efectos del cambio climático suelen ser progresivos y difíciles de identificar como la causa principal de migración, lo que hace necesario un trabajo de campo más profundo para comprender la situación real en el país.