Los años deberían ser motivo de orgullo: entre la felicidad, la gerontofobia y el erotismo

Más del 15% de la población de Argentina, es decir alrededor de 7 millones de personas tiene más de 60 años, y la cifra seguirá subiendo, pues se calcula que para el 2050 alcanzará al 25%. Incluso la franja etaria que más está aumentando es la de los mayores de 80 y esta tendencia es mundial.

Cada vez hay más adultos mayores, pero los prejuicios, los estereotipos y la discriminación siguen existiendo. Y por otro lado, a pesar de que la gran mayoría de las personas quiere vivir muchos años, casi nadie quiere ser “viejo”.

Entonces, ¿por qué se reproduce la gerontofobia o el edadismo siendo que empezamos a envejecer desde el día en que nacemos?

Para hablar de este tema, el programa Redacción Abierta invitó a Cecilia Lorenzo, periodista de los SRT; Andrés Urrutia, Doctor en Psicología y profesor del CEPRAM; Nilda Perovic, coordinadora del Programa Adultos Mayores de la UNC; y a Carlos Presman, médico Gerontólogo.

“Ojalá que construyamos una sociedad donde ser viejo sea motivo de orgullo”, abrió el debate Lorenzo.

Todos los invitados coincidieron en que los prejuicios y estereotipos continua vigentes, pero que el camino se está desandando.

"Hay muchos espacios donde se habla del tema, pero todavía queda mucho camino por transitar. Hay una mirada paternalista, una cuestión de infantilizar a la vejez, sin embargo, no son como niños, vivieron toda una vida. En este tipo de actitudes, generamos una distorsión sobre una etapa de la vida que se llama vejez", se explayó quien es columnista sobre la temática en la Crónica Mediodía de Canal 10.

“En la última década ha cambiado la propia mirada que tienen los viejos sobre ellos mismos. Antes no veíamos personas que se animaban a escribir o hacer teatro, ahora hay una actitud diferente de la persona mayor", comentó Perovic, a cargo de una iniciativa que los invita a realizar diferentes talleres, como radio.

Por su parte, Carlos Presman explicó el avance cultural con los cambios en el humor. “Hoy no podemos hacer ciertos chistes donde se agreda o esté involucrada de manera discriminatoria la vejez”.

NO AL VIEJISMO

Cuál es la manera correcta de llamar a alguien que transita la vejez: ¿Adultos mayores, ancianos, abuelos o viejos?

Los invitados sostienen que sobre esto también hay que desterrar algunas idas que condicionan. “Yo abrazo la palabra viejo”, dijo Lorenzo y Perovic agregó: “La vejez es una etapa de la vida. Al decir viejo estás reflejando ese momento, pero es una palabra llena de prejuicios que hay que romper”. Para la coordinadora del Programa Adultos Mayores UNC, es una cuestión a trabajar con los mismos adultos mayores, porque hay muchos que prefieren no se llamados así.

“¿Por qué es de mala educación preguntar la edad? Los años deberían ser motivo de orgullo, pero nos educan pensando todo lo contrario. No queremos que nos digan viejos o se buscan eufemismos porque es una palabra asociada a una carga negativa. Hemos construido una sociedad donde ser viejo o vieja está mal visto”, expresó Lorenzo.

Mientras que Presman explicó: “Cuando nos querían asustar de niños nos decían “te va a llevar el viejo de la bolsa”, cuando nos desaprobaban un examen en la escuela, la profesara aunque tuviera 30 años, era la vieja de matemáticas…esto se llama gerontofobia, la actitud de exclusión de la vejez. Lo más saludable es encarnizar la diversidad y la inclusión, saber que un viejo soy yo con más tiempo. Hay que sentirlo corporalmente. En ese momento podremos convivir en sociedad más cómodos que hasta ahora”.

Por eso, para Perovic, una manera de profundizar los cambios en la percepción de la vejez es a través de actividades intergeneracionales, es decir que reúnan a personas mayores con jóvenes y niños. “También revisar el tratamiento que se les brinda en algunas instituciones públicas, donde falta mucho por hacer, e incluir el tema en la formación de jóvenes profesionales para que estén preparados para trabajar con esta franja etaria. Hoy son pocas las carreras que lo incluyen”, comentó.

SEXO Y EROTISMO CON LOS AÑOS

Por qué nos cuesta hablar sobre la sexualidad de los adultos mayores, sí tal como expresó Presman, “el ser humano es sexuado desde que nace hasta que muere”.

Sobre este tópico, Urrutia reveló que “la vida sexual que se estima que uno tendrá de viejo, en cuento frecuencia, duración y diversidad, es similar a la que llevamos en la adultez”. Y se explayó: “La genitalidad está asociada a la perspectiva biológica y reproductiva, pero no se toma por el lado del placer. Nos cuesta imaginar la sexualidad de los grandes, pero si encaramos el periodo con miedo, así lo proyectamos”.

“Sexualidad, placer, goce, son palabras que no se asocian a la vejez. Además, los adultos mayores no se animan a hablar o a preguntar, incluso ni a pensar en la sexualidad, la tienden a invisibilizar, porque hay una idea de que está mal visto por la sociedad”, manifestó la periodista especializada en la temática.

“Existe muchos patrones de belleza, los cuales impactan a la hora de los vínculos sexuales. No solo la Educación Sexual Integral ha servido para ampliar la mirada al respecto, la irrupción de la farmacología es lo que más ha revolucionado la sexualidad, el “viagra” y los geles para mujeres, y también el estado físico de los viejos, han permitido que las relaciones sexuales entre adultos mayores, que antes eran impensadas, hoy son posibles y deseables “, expuso el médico gerontólogo.

Es una certeza que las personas mayores desestiman sus propios cuerpos. Sobre todo las mujeres que, por los ideales estéticos tan marcados en la sociedad que exigen que no se note el paso del tiempo, sienten incomodidad con el físico que poseen en su presente. Un cuerpo que más allá de las formas y las arrugas, goza y puede hacer gozar. En cuanto a los hombres la presión surge porque la masculinidad está asociado a lo eréctil y temen no lograrlo.

Por eso, para Lorenzo en ese sentido queda mucho por deconstruir, “porque aún se mantiene la noción de que la belleza está en la juventud y que a los viejos les queda la belleza del alma. Cada arruga nos dice algo, es vida”.

LA FELICIDAD

Diferentes investigaciones a nivel mundial señal que las edades más felices son los 20 y los 70. Entonces, es falso que en la vejez todo sea tristeza.

En ese sentido Urrutia contó que algo pasa a nivel psicológico en los viejos y viejas, porque entre tantas pérdidas que sufren, todo indicaría que en esa etapa debieran estar deprimidos. “Sin embargo, cuanto más viejo sos, más selectivo te ponés en las experiencias que garantizan tu equilibrio emocional. Incluso con los propios vínculos familiares, eligiendo relacionarse con quienes generan menos disgustos. En esta etapa te amigás con lo que te hace bien, evitás lo doloroso y la exposición permanente a lo que genera estrés”; argumentó quien es Máster en Gerontología Social.

“Siempre le digo a los viejos y viejas, que la felicidad que sienten es por haber llegado a esta etapa, habiendo superado las anteriores, como la adultez que son momentos muy agotadores por la diaria. Se piensa a la vejez como la nostalgia, la melancolía, pero también se puede vincular con la posibilidad de capitalizar y de elegir qué quiero hacer”, concluyó Lorenzo.