La grieta en Juntos por el Cambio, según las encuestas
Desde que en 2019 perdió en la Nación y en provincia de Buenos Aires (PBA) pero conservó el poder en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), la alianza Juntos por el Cambio abrió la disputa por el liderazgo.
Este año se instaló una grieta entre dirigentes con responsabilidades de gestión (como el jefe de gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta) y las figuras que volvieron al llano (como Mauricio Macri y Patricia Bullrich, titular partidaria del PRO). Larreta viene tomando ventaja en la expectativa de liderazgo dentro del espacio opositor: según la medición de la consultora Analogías realizada en agosto, un 27,3% cree que Larreta tiene más posibilidades de ser candidato a presidente de la oposición en 2023; casi duplica a su escolta, María Eugenia Vidal (15,4%).
En tercer término, Martín Lousteau (9,3%) aparece en empate técnico con Macri (6,0%), lo cual muestra lo relegado que está hoy el ex presidente en la opinión electoral, más allá de que esta percepción sigue atravesada por mucha incertidumbre a futuro, expresada en casi 42% de ns/nc (gráfico arriba).
Por su parte, la última encuesta de la consultora Clivajes ubica a Larreta como quien mejor representa las demandas de la oposición: con casi 37% de las respuestas, más que duplica a Bullrich (14,33%) y se distancia de Macri por 30,38 puntos porcentuales. También aventaja a Vidal, a Lousteau y al ex gobernador de Mendoza y titular de la UCR, Alfredo Cornejo (gráfico arriba).
A su turno, la encuesta más reciente de OhPanel, cerrada el pasado 9 de septiembre, muestra que la percepción de liderazgo opositor de Larreta ronda el 50% de acuerdo entre junio y septiembre, mientras que la de Macri se estanca en torno al 30% de acuerdo (gráfico abajo).
La medición nacional de agosto realizada por Management & Fit también muestra a Larreta con ventajas sobre Macri y Bullrich en la percepción como referente opositor: con 26,4%, casi triplica a la ex ministra de Seguridad y supera al ex presidente por 16,1 puntos porcentuales. Al mismo tiempo, insinúa una tendencia ascendente, mientras que sus competidores aparecen estancados (gráfico abajo).
El creciente liderazgo opositor de Larreta también se traduce en la variable imagen: según la última encuesta nacional de Rouvier & Asociados, tiene una calificación positiva de 56,5% y una negativa de casi 34% (gráfico abajo).
El mismo estudio ubica al ex presidente con una calificación favorable de casi 37% y una desfavorable de 62,2%. En rigor, la opinión negativa viene en ascenso desde que dejó el poder en diciembre de 2019, y en agosto llegó a su pico en la serie histórica (gráfico abajo).
Si tomamos las 4 encuestas nacionales más recientes, el promedio de imagen positiva de Larreta es de 56,1%, con 34,8% de positiva, lo que deja un saldo favorable de 21,3 puntos porcentuales. Macri, en cambio, tiene un promedio positivo de 36,5% y un negativo de 62,7%, lo que arroja un saldo desfavorable de 26,2 puntos porcentuales.
En este marco, Larreta mantiene, aun con matices, relaciones de convivencia institucional con el presidente Alberto Fernández, mientras que Macri y Bullrich pierden protagonismo en la coalición opositora. Esta tendencia, visible desde hace meses, se agudizó a partir de la disputa abierta por el decreto que cambió los fondos asignados a CABA. Esta decisión levantó el perfil del jefe de gobierno, quien anticipó que recurriría a la justicia, y precipitó la reaparición en escena del ex presidente con una carta en la que acusó al gobierno de atacar a la Constitución.
En tanto, Bullrich habló de la posibilidad de sustituir al actual gobierno en 2021, con lo que planteó un escenario cuasi destituyente, dado que en las elecciones de medio término sólo se renueva representación parlamentaria (el próximo turno presidencial será en 2023). Así, el “ala dura” de Juntos por el Cambio plantea la interna por el liderazgo opositor disputando la agenda con los sectores más cercanos a la extrema derecha, el movimiento libertario, los grupos anticuarentena y los referentes más reaccionarios de la política. Su apuesta es que recostarse en ese espectro les permitirá fidelizar el voto opositor de cara al turno electoral de 2021; conscientes de su debilidad coyuntural, han elegido como estrategia “venezualizar” su discurso.
Sin embargo, esa vía institucionalmente irresponsable (pues comporta enrarecer el debate público con posiciones refractarias al diálogo) también aleja a esos referentes de un centro político que valora la moderación, otra variable en la cual Macri y Bullrich corren desde atrás: según la encuesta nacional de Trespuntozero de julio pasado, Alberto Fernández lidera el ránking en términos de perfil dialoguista escoltado por Larreta, mientras que el ex presidente aparece relegado y la ex ministra queda en el fondo de esa tabla (gráfico arriba).