Por: Rebeca Bortoletto

No fue una noche cualquiera. Ni un lugar cualquiera.

El intendente Martín LLaryora eligió el patio de un colegio en San Vicente, el barrio

de sus ancestros para su primer discurso en funciones.  Noche de diagnóstico y promesas.

No se puede decir que sufra pánico escénico: habló más de hora y cuarenta minutos. Y después atendió a los medios en conferencia de prensa para compensar la sequía de notas.

Dedicó más de media hora a la herencia de su antecesor: habló de ciudad “quebrada,abandonada, maltratada y municipio fundido”.

Varios ejemplos le dieron la razón: el exiguo parque de maquinarias, la deuda con diversos inmuebles que el municipio alquila y el cuentón de casi cincuenta millones sin pagar al correo, que le significó no poder mandar “ni una carta” en palabras del Intendente.

No se le cayó de la boca “SanFrancisco”, tanto por el blooper primero en que la nombró por nombrar a Córdoba, como después, cuando ex profeso refirió a la ciudad que le tocó administrar .

Las promesas más llamativas:

.Ferrourbano “ la ciudad hace años no tiene alternativa de transporte masivo”

.Instituto del ambiente  “se ubicará en el polo del ambiente, con la Universidad y el botánico”

.Registro de incumplidores de cuota alimentaria “ serán cesanteados”

.Capacitación en Ley Micaela para todos los funcionarios  “incluído el intendente”

.Remediación del sistema cloacal, obras en Bajo grande y aliviadores  (150 millones)

.Bacheo  de 200 a 700 millones de pesos 

.Digitalización del Registro Civil

.Obras en SanVicente por los 150 años de su fundación

Los ejes centrales del discurso fueron : modernización de la ciudad “todo era obsoleto,hasta las ordenanzas que nos rigen” “ queremos que Córdoba sea una “ciudad inteligente”  y descentralización. Los CPC tendrán presupuesto, autonomía de gestión para dar servicio a los vecinos”. Volvió a nombrar a Martí y fue volver el tiempo atrás.

El reconocimiento al estilo Martí convirtió al ex intendente (ya fallecido) en protagonista, en una noche donde faltaron las palabras: peronismo,partido,o el reconocimiento  explícito de ser el primer intendente de cuño justicialista puro en veinte años. 

No hubo alusión a los empleados municipales, plantilla real, planes de retiro o erogación directa en sueldos. 

Fue claro en decir: Córdoba está en crisis pero podemos superarla y ponerla en el lugar que merece. No dijo cómo, porque se habló de mucho dinero pero no se dijo de dónde saldrá.