Schiaretti presidente: furioso peronismo anti K para una candidatura que no levanta
Finalmente el gobernador Juan Schiaretti competirá como precandidato a presidente. Fuertes críticas al kirchnerismo, autobombo alrededor del “modelo Córdoba”, encuestas que lo muestran bien lejos. La clave: las bancas en el Congreso Nacional. Una lectura desde el Quality Espacio, donde Hacemos por Nuestro País se lanzó “de local”.
Dios es verbo, no sustantivo. Hacer, hacer, hacer. Hacer y luego existir. Previsible fue la presentación por parte del locutor este jueves en el Hotel Intercontinental de la ciudad de Buenos Aires: “el gran hacedor”, dijo, para que Juan Schiaretti, el precandidato presidencial más veterano (74) de estas PASO, subiera lento al estrado. Hacemos por Nuestro País (resabios y rejunte del Peronismo Federal) tuvo su coqueta presentación porteña. Este viernes, jugando de local, el lanzamiento tiene su segundo acto en el Quality Espacio de la ciudad de Córdoba.
“Un hombre debe proveer”, el mandato bíblico que estructura el arco narrativo de Breaking bad. Tironeado por los extremos, Walter White construye para sí un sentido de justicia y un sentido moral, sin descuidar la premisa original: proveer a los suyos. De manera análoga, Schiaretti construyó para él y para los suyos (por qué no, si al fin y al cabo cada uno parece concebir una idea propia al respecto) una interpretación del peronismo, alrededor de la cual está constituido el sistema político de Córdoba. Quizá la pregunta sea entonces ¿quiénes son los suyos?, ya que ¿qué es el peronismo? es una problemática sin resolución a la vista.
“El poder cambia a los que no conocen el poder. Y yo lo conozco”, le dijo Schiaretti a Clarín, horas después de ganar las elecciones que lo llevaron a su primera gobernación, en 2007. Una obviedad: los ejes del discurso de Schiaretti se articulan en función de lo que el kirchnerismo hace o no hace. “El actual gobierno kirchnerista impulsa la grieta y le echa la culpa a la prensa para justificar su fracaso”. No hay medias tintas: para el cordobés todo lo que comienza con K es símbolo del horror. Es muy curioso, cuando no divertido, que en esa misma semblanza de Clarín (12 de agosto de 2007) Schiaretti es presentado como una “pieza clave del kirchnerismo”. Faltaba menos de un año para la 125; el gobernador no dudó un segundo en ir contra la Rosada y ponerse del lado del “campo”, donde supo encontrar una importante fuente de poder.
“Representamos el no-kirchnerismo, nosotros no tenemos nada que ver con el kirchnerismo. Nunca dejé que el kirchnerismo arrodille a nuestra provincia”, dijo Schiaretti el último miércoles, abrazando por el hombro al definitivamente electo Martín Llaryora, en la inauguración oficial del Teatro Comedia. Según el informe de junio de CB Consultora, la intención de voto para Schiaretti-Randazzo es del 3,3%. Hay que decir una cosa: de los que circulan, este es el sondeo más amable para HxNP.
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Levantemos Argentina, el slogan de la campaña presidencial. Cierto que los números no hacen mucho caso. Siguiendo el mismo sondeo (25 a 27 de junio, 2.856 casos) es en la región Centro (Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos) donde naturalmente Schiaretti puede obtener números que renueven o amplíen bancas en el Congreso. En esa región la intención de votos para HxNP es de 9,6 por ciento. En el resto de las regiones, con alguna excepción, no supera los dos puntos.
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Schiaretti deberá superar el piso del 1,5% en las PASO para convertirse en candidato formal. Desde HxNP trabajan para ser el espacio más votado en la provincia de Córdoba, algo alcanzable, posible, pero no seguro. Después de las PASO todos sacarán las calculadoras: cuánto le restó Schiaretti a Larreta, a Bullrich, a Massa, y qué expectativa real tendrá HxNP para las bancas en el CN.
Un candidato debe hacer y debe proveer. Con ese libreto se presentó el jueves en el Intercontinental. Ese libreto repetirá este viernes en el Quality. Eso sí, el gobernador saliente subrayó la esencia del peronismo disidente: “Al peronismo cordobés nos quisieron colonizar en el kirchnerismo y ahora quieren colonizar al peronismo de todo el país. No hay que permitirlo", dijo, y dejó la sensación de que el affaire Larreta fue un evento sucedido hace mucho tiempo y en otra dimensión.
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HxNP no va a disputar ninguna presidencia. Schiaretti sabe que no va a ser presidente, ni en sus sueños más dulces. Más bien de salida, el gobernador trabaja por su “legado” y por su imagen final (“hombre de gestión”, “hacedor”). Ya se ha hablado de la personalidad escindida de Schiaretti (“El poder cambia a los que no conocen el poder. Y yo lo conozco”) y de su capacidad para brindar respuestas eficientes y de autoconservación según el entorno.
¿Cómo proyecta su legado y su imagen? ¿Habrá lugar para el encendido universitario que visitaba con frecuencia el sindicato de Luz y Fuerza? ¿Qué tan definitorios fueron sus años al lado de Domingo Cavallo? ¿Qué pesará más: el gobernador que modernizó muchos de los circuitos productivos de la provincia o el que en plena pandemia recortó los haberes jubilatorios a través de la ley 10.694?
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