A cuatro meses del cambio de gobierno se agudiza la polarización, según las encuestas
Ayer 10 de abril, el gobierno nacional cumplió 4 meses de gestión.
El balance que arrojan las últimas 10 encuestas nacionales marca que 47% de los electores la aprueban vs 48% que la desaprueban, lo que pone en evidencia una marcada polarización: quienes apoyan se ubican 8,6 puntos porcentuales por debajo del 55,6% de los votos que obtuvo La Libertad Avanza (LLA) en el ballotage de noviembre de 2023, mientras que los críticos se consolidan por encima del 44,4% de caudal que sumó Unión por la Patria (UP) en la misma instancia.
La encuesta más representativa de las realizadas entre fines de marzo y lo que va de abril es la de Atlas Intel, que reportó 47,7% vs 47,6%, respectivamente (gráfico arriba). Si pasamos de la variable aprobación a la de imagen de gestión, el promedio de las últimas mediciones ubica la calificación positiva en 46% vs una negativa de 50%; la encuesta más representativa de la serie reciente es la de D´Alessio/IROL, que arrojó 47% de positiva vs 52% de negativa (gráfico abajo).
Al hacer foco no en la gestión sino en la imagen de Javier Milei, el promedio de las últimas 10 mediciones arroja 49% positiva vs 49% negativa. En este caso, la encuesta más representativa de la serie fue realizada por Opina, que reportó 51% vs 49%, respectivamente (gráfico abajo).
En este marco coexisten dos movidas políticas. Por un lado, la oposición que lidera UP explora con el socialismo, la izquierda y el ala crítica de la Unión Cívica Radical (UCR) estrategias para derribar en la Cámara de Diputados el mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que ya sufrió un primer revés en el Senado, buscando darle representación al casi 50% de votantes que se siente opositor y también se expresa contra esa medida, según Atlas Intel (gráfico abajo).
Por otro, el oficialismo tantea las chances de revertir en el Congreso el revés que sufrió en febrero el proyecto de ley “Bases” (antes denominado “ley ómnibus”) a partir de una versión más acotada. No es algo sencillo, pues la caída del primer proyecto dejó un residual desfavorable, según la encuesta realizada por Pulso en marzo: 35,5% de acuerdo vs 42,4% en desacuerdo (gráfico abajo). Así, el aval se ubica 5,5 puntos porcentuales por encima del voto a LLA en las primarias de agosto y la primera vuelta de 2023 (30%), mientras que los detractores se ubican en el mismo orden de magnitud del voto a UP en la segunda vuelta.
Con todo, el oficialismo apuesta a que la negociación con sectores dialoguistas permita sortear una tendencia desfavorable: la postura de que la oposición colabore con el presidente está en el piso de la serie evolutiva desde el cambio de gobierno, mientras que la posición contraria está en un nivel pico y se ubica en el mismo orden de magnitud del voto a UP en noviembre pasado, según Opina (gráfico abajo).
Con apenas matices, la misma distribución de actitudes surge de la última encuesta realizada por Casa Tres. Un 53% de optimistas opina que el gobierno de Milei logrará terminar sus 4 años de mandato con logros, vs un pesimismo de 45% donde se distinguen dos segmentos: 18% cree que completará su mandato pero será un fracaso, mientras que 27% piensa que no lo completará (gráfico abajo). Ese último grupo se corresponde con el núcleo duro de UP en las primarias de 2023.
En síntesis, al cumplirse 120 días del cambio de gobierno, el análisis de las últimas mediciones nacionales permite extraer tres conclusiones:
- No hay diferencias estadísticamente significativas entre las variables aprobación de gestión, evaluación de imagen de gestión y opinión de Milei; en todas ellas se advierte paridad y marcada polarización entre adherentes y opositores.
- Tanto el mega DNU como el proyecto de ley “Bases” enfrentan una oposición consolidada, que ronda entre 42,4% y casi 50% de detractores.
- En términos de debate parlamentario, la postura favorable a que la oposición colabore con el presidente aún es mayoritaria pero se debilitó respecto a su asunción en diciembre, mientras que se afirma la actitud que prefiere una oposición que intente bloquear el programa económico de LLA.