El año pasado concluyó el juicio de encubrimiento del atentado a la AMIA, derivado del proceso nulo y con testigos falsos que encabezó el juez Juan José Galeano, y en el que el Estado nacional fue querellante.

Debido a la gran cantidad de años que duró, el cambio de gestión entre Cristina Fernández y Mauricio Macri derivó en "un cambio de estrategia", ampliamente denunciada por los protagonistas iniciales, por intentar encubrir a acusados.

En las últimas horas, el periodista Horacio Verbitsky difundió la grabación de una llamada entre el senador de la Unión Cívica Radical (UCR) Mario Cimadevilla, que condujo la Unidad Especial AMIA hasta 2018, y la exvicepresidenta, Gabriela Michetti. Puntualmente, se trata de un apriete.

"Escuchame una cosa. Estoy acá enterándome de que fue muy mal la indagatoria de José (por el fiscal Barbaccia)… el tema pasó por vos pero que no estás actuando como nos dijiste. ¿Me podés explicar?", le reclama.

Puntualmente, el probado vínculo del exministro de Justicia, Germán Garavano, con algunos de los implicados, se hizo visible con la imposición del abogado de la UCR Miguel Inchausti, en la querella, forzando las renuncias de sus antecesores, Mariana Stilman y Ezequiel Strajman.

Estos letrados se fueron denunciando aprietes y una protección a los exfiscales José Barbaccia y Eamon Mullen, quienes pese a los esfuerzos oficiales, fueron condenados a dos años de prisión.

Entre los absueltos están, a su vez, el presidente de la DAIA, José Beraja, y el comisario Fino Palacios, ambos con vínculos con dirigentes macristas.

En el proceso fue absuelto Carlos Menem y la asociación Memoria Activa, que integran familiares de víctimas del atentado, apela por considerar mínimas e injustas las condenas.

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Una voz en el teléfono - Gabriela Michetti