En Turquía, el presidente Erdogán anuló las elecciones en las que fue derrotado
La Comisión Electoral da la razón al oficialismo, que alegó un “fraude masivo” tras perder las elecciones de marzo pasado.
En las últimas horas, los jueces de la Comisión Electoral Suprema de Turquía decidieron por siete votos contra cuatro anular las elecciones municipales de Estambul.
Las mismas se cumplieron el 31 de marzo, y le habían dado la victoria al candidato de la oposición socialdemócrata, Ekrem Imamoglu, por un estrecho margen de votos. La polémica decisión llegó tras semanas de recursos del Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) del presidente Recep Tayyip Erdogan, por supuesto fraude.
Las nuevas elecciones serán el 23 de junio, según ha anunciado el representante del islamista AKP ante la comisión, Recep Özel. El partido gobernante sostiene que se produjo una conspiración para derrotar a los islamistas -que han controlado la alcaldía de Estambul desde 1994- y ha dado a entender que podría haber sido obra de la cofradía de Fetulá Gülen, antes aliado de Erdogan y ahora considerado “terrorista” y supuesto organizador del intento de golpe de Estado de 2016.
“En Estambul ha habido algo raro. Mi pueblo dice que repitamos las elecciones. Hasta ahora, me había callado. Pero ya basta. Aquí hay un fraude, hay irregularidades. Así que preguntemos a la nación de nuevo y la voluntad que exprese la nación en las urnas la respetaremos”, dijo Erdogan el pasado fin de semana, en lo que la oposición vio como uno de los muchos intentos por influir en el resultado de las deliberaciones de la comisión electoral, que desde hace dos semanas posponía su decisión final.
A través de Twitter, Onursal Adigüzel, vicepresidente del Partido Republicano del Pueblo (CHP, socialdemócrata), la principal formación opositora, acusó al Gobierno de haber influido en el parecer de la comisión electoral, de ser “dictatorial” y de “saltarse la voluntad popular y las leyes”. “Parece que es ilegal ganar al AKP”, añadió. “Cada día se inventan una nueva excusa, les falla algo en el cerebro", se quejó Imamoglu el domingo, ya temiéndose la decisión de la comisión electoral: “El mundo no ha visto una comedia como esta. En Estambul votamos, pusimos cuatro papeletas en un sobre. Para elegir al muhtar [alcalde de barrio], y ese voto dicen que fue limpio. Para elegir a los concejales, y ese voto también fue limpio. Para elegir a los alcaldes de distrito, y ese voto fue limpio. De hecho, ellos ganaron 25 de los 39 distritos de Estambul. En cambio, en el voto del alcalde de Estambul dicen que hubo fraude”.
Antes de pedir la anulación de los resultados, el AKP había solicitado un nuevo recuento, incluido el de los votos declarados nulos. Tras el segundo recuento —en algunos distritos hubo un tercero—, la diferencia de votos entre Imamoglu, candidato del CHP, y el del AKP, el ex primer ministro Binali Yildirim, se redujo de 20.000 a unos 14.000 votos, una diferencia muy pequeña en una metrópolis con 10 millones de votantes. Pero, aun así, suficiente para que la Comisión Electoral Provincial de Estambul entregase al socialdemócrata su certificado de alcalde el 17 de abril. Desde entonces, Imamoglu ejerce el cargo, si bien el hecho de que el AKP tenga mayoría en la asamblea municipal dificulta su acción de gobierno y la consecución de sus primeras medidas, que han sido decretar una reducción en el precio del agua corriente y el transporte público para los estudiantes. Ahora, deberá dejar el cargo hasta las nuevas elecciones, según ha dictaminado la comisión electoral.
La mayoría islamista en la asamblea municipal no cambiará, ya que los concejales y el alcalde se eligen en papeleta aparte y en las elecciones del próximo 23 de junio solo se decidirá sobre el jefe del Ayuntamiento. Y eso a pesar de que la justificación de la Comisión Electoral Suprema para repetir las elecciones, en lugar de aceptar el fraude masivo que alegaba el AKP, se agarra a un pequeño detalle técnico: que en ciertas mesas electorales el presidente no fue un funcionario tal como exige la ley sino otras personas sin los requisitos adecuados (si bien estas personas supervisaron también la elección de los concejales y de los ayuntamientos de distrito, que no han sido anuladas). La comisión, además, ha exigido la apertura de una investigación judicial contra los responsables de las juntas electorales de distrito responsables de estos nombramientos (en Turquía las mesas de voto se conforman por designación). Durante la pasada semana, 43 presidentes de mesa fueron llamados a declarar y, según la prensa progubernamental, se les halló relación con la cofradía gülenista.
En una comparecencia ante sus seguidores después de que se hiciese público el razonamiento de la comisión electoral, Imamoglu tachó de "robo" la decisión y criticó al propio presidente: "Si el problema son las mesas electorales y las juntas electorales, con las mismas se eligió a Erdogan presidente en las elecciones del año pasado, con las mismas se hizo el referéndum de hace dos años en el que se cambio la Constitución. ¡Que se anulen entonces también esas elecciones!".
El CHP ha llamado a todos sus diputados a una reunión extraordinaria hoy, junto a Imamoglu y la presidenta provincial del partido en Estambul, para ver qué hacer ahora (se ha manejado incluso boicotear las nuevas elecciones). Mientras, la campaña que ha acompañado al candidato socialdemócrata en las municipales emitió un comunicado llamando a la calma a sus seguidores: “Permaneced tranquilos, no hagáis caso a las provocaciones. Sigamos trabajando. Hemos ganado una vez, ganaremos de nuevo”. En decenas de barrios de Estambul, aquellos en los que el sentimiento opositor es mayor, se registraron caceroladas espontáneas apenas se conoció la decisión y en algunos como Besiktas, donde los socialdemócratas consiguieron el 73 % de los votos, cientos de personas salieron a la calle a expresar su malestar.
Las discusiones sobre la repetición de las elecciones han caldeado el ambiente político en un país ya de por sí polarizado, y el líder del CHP, Kemal Kiliçdaroglu, sufrió un intento de linchamiento el pasado 21 de abril. Entretanto, en el AKP han comenzado a aparecer las primeras voces disidentes, pues algunas facciones creen que la forma de actuar de la dirección no ha sido la correcta, sino que ha seguido la voluntad de algunos miembros del partido con amplios intereses económicos en Estambul.