El presidente de la Nación, Alberto Fernández, anunció este viernes que casi la totalidad del país pasa a una etapa de distanciamiento social. Las únicas excepciones son Bariloche, en Río Negro, y Puerto Deseado en Santa Cruz.

De todas maneras, Fernández advirtió que la pandemia está lejos de haber sido erradicada y le pidió responsabilidad a la población. Esta situación se mantendrá hasta el próximo 20 de diciembre y el decreto será publicado en los próximos días.

Al comienzo de la transmisión, el presidente mostró cómo a partir de la semana 41 los casos comenzaron a bajar tanto en ciudad de Buenos Aires como en el país. "El trabajo focalizado que realizamos ha tenido buenos resultados", valoró.

Sin embargo, también expresó que esa información "permite afirmar que el trabajo no ha concluido" y que siguen de cerca otras provincias para evitar cualquier rebrote. 

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Acompañado del ministro de Salud, Ginés González García, el mandatario hizo alusión a lo que sucede en el hemisferio norte: "En este momento están soportando una segunda ola".

Aseguró que eso debe a que cuando llegó el verano en esa zona "hubo un relajamiento social muy grande" y pidió que nos cuidemos "al máximo" para llegar al otoño, cuando se prevé que ya esté vacunada al menos un 25% de la sociedad.

Por esto, remarcó la responsabilidad de los más jóvenes y se apoyó en datos estadísticos: la media de edad de contagios es 38 años y la de fallecidos es 74 años. "Es muy importante que los adultos jóvenes tengan presente que operan como vector de transmisión del contagio", planteó el presidente.

"Les pido por favor que tengamos en cuenta que la pandemia no ha concluido, que los cuidados deben seguir y que cuanto más cuidados tengamos, y menos nos relajemos, será más fácil poder enfrentar el otoño", concluyó.