"El salario mínimo debería estar por arriba de los 150 mil pesos"
El presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas de América Latina analizó la situación de los trabajadores en Argentina. "Se naturalizó lo que debería ser un oxímoron: si tenés trabajo, no deberías ser pobre", apuntó.
La conmemoración del Día del Trabajador en Argentina llegó en un momento muy álgido de la discusión por los salarios y la puja distributiva, con los ingresos de los sectores medios y bajos muy deprimidos. Por eso, el titular de la Asociación de Abogados Laboralistas del continente se mostró muy crítico con el actual escenario laboral: "Hace muchos años que en Argentina la movilización es despareja, desunida y más bien flaca. No hay una conciencia de que ese es el día de los trabajadores y trabajadoras".
En diálogo con Nada del Otro Mundo de FM 102.3, Cremonte aseguró que el 1º de mayo se convirtió en una jornada de lucha por la limitación de la jornada de trabajo a ocho horas diarias "pero que tenía una contracara: que haya ocho horas para descansar y ocho horas de esparcimiento".
Según su mirada, ese objetivo "se perdió hace mucho tiempo" ya que las personas que trabajan necesitan dedicar muchas más horas que esas ocho para alcanzar niveles de ingresos mínimos: "El salario por ocho horas en promedio está por debajo de la línea de pobreza. Quien por esa jornada cobra un salario de pobreza tiene la necesidad de trabajar más. Quien puede hacer horas extras, las hace. Se perdió en los hechos la conquista de la jornada limitada para tener ocho horas para lo que uno quiera".
Además, el asesor legal de sindicatos fuertes como Aceiteros -que casi siempre hace punta en las negociaciones paritarias- y de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), dijo que hay "una gran contradicción" en este momento en la Argentina ya que son cada vez más los trabajadores en situación de pobreza. El Centro de Estudios Distributivos, Laborales y Sociales (Cedlas) de la Universidad Nacional de La Plata calculó en el primer semestre de 2021 que el 31,5% de los ocupados argentinos eran pobres. El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) ubicó ese porcentaje en 28,2%. "Se naturalizó algo que debiera ser un oxímoron: si tenés trabajo, no deberías ser pobre. Tener trabajo es la condición para salir de la pobreza. De pronto, tener trabajo, aún registrado, aún en blanco, supone un salario que no supera la línea de la pobreza", se quejó Cremonte.
El abogado explicó que "se perdió la idea de cuánto vale la fuerza de trabajo" ya que la Ley de Contrato de Trabajo establece el Salario Mínimo, Vital y Móvil como la menor remuneración que debe recibir el trabajador sin carga de familia de modo que le asegure alimentación adecueda, vivienda digna, transporte, vestimenta, esparcimiento, vacaciones, educación para sus hijos y asistencia sanitaria. "Por el solo hecho de tener trabajo alguien debiera tener eso garantizado y está lejos de que ocurra", sostuvo Cremonte, quien citó estudios que calculan que la cifra para cubrir esos derechos "hoy está por arriba de los 150 mil pesos".
Para el titular de los abogados laboralistas del cono sur, "hace 40 años cualquier persona que trabajaba sabía que tenía que ganar eso por lo menos". En esa dirección, opinó que la pérdida de conciencia del valor de la fuerza de trabajo "fue un objetivo, parte de una política" y dijo que "los sindicatos también tienen responsabilidad porque tampoco tienen una política de concientización".