El Hospital Garrahan realizó 10 trasplantes durante la pandemia
Se logró operar por distintas afecciones a niños entre 24 meses y 13 años, luego de adecuar la organización hospitalaria y el manejo de equipos sanitarios para que las cirugías sean seguras.
Autoridades sanitarias del Ministerio de Salud de la Nación destacaron el logro de los profesionales del Hospital de Pediatría Juan Garrahan, quienes concretaron 10 trasplantes de órganos en los últimos dos meses, pese al impacto provocado por el coronavirus en la organización hospitalaria y el funcionamiento de los equipos de salud.
“Quiero felicitar a todo el equipo del Hospital Garrahan porque tienen en claro que la salud de los chicos es una prioridad inclaudicable”, subrayó el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, quien destacó que “en momentos de adversidad y desafíos el espíritu del Garrahan prevalece desde las máximas autoridades, hasta los jefes de servicios, pasando por los médicos y cada integrante del equipo de salud para garantizar la atención de cada uno de los chicos que están atravesando una situación difícil”.
Tal es así que, entre el 11 de marzo y el 12 de mayo, en el centro de referencia nacional diez pacientes de entre 24 meses y 13 años –cuyo único tratamiento posible era el trasplante–, recibieron trasplantes de corazón (3), riñón (3) e hígado (4).
“Es una gran satisfacción comunicar que en el contexto de la pandemia, el Garrahan ha podido afrontar intervenciones de la complejidad que requieren los trasplantes”, valoró la directora Médica Ejecutiva, Patricia García Arrigoni. “Esto es posible gracias al enorme compromiso y esfuerzo que una vez más muestra el equipo de salud y al acto solidario fundamental que es la donación de órganos”.
García Arrigoni señaló que “para nosotros es una prioridad seguir dando respuesta a las necesidades de atención de nuestros chicos y lo estamos haciendo tomando todos los recaudos y cuidados necesarios para protegerlos a ellos y al personal de salud que sigue poniendo el cuerpo en este momento tan difícil”.
Dentro de la adecuación de los procedimientos al contexto de pandemia, en primera instancia se realizaron pruebas diagnósticas para COVID-19 tanto a los donantes como en los pacientes. Además se garantizó la protección adecuada de los equipos de salud a cargo de la operación y la reducción de la cantidad de personas que habitualmente participan de estas intervenciones.
En abril, el servicio de Trasplante Cardíaco y Cirugía Vascular Periférica trasplantó tres corazones a dos adolescentes de 13 años y a un niño de 3 con diagnósticos de miocardiopatía dilatada que necesitaban un trasplante para vivir. Hoy, la primera trasplantada recibió el alta y los otros dos pacientes evolucionan favorablemente.
El cirujano Luis Quiroga, que encabezó las operaciones, contó que “cuando se declaró la pandemia a nivel mundial y comenzamos con todas las restricciones y los cuidados de salud para pacientes y también para el personal, en el Garrahan hicimos un ateneo y decidimos continuar con la tarea a pesar de los riesgos aumentados en estos casos, ya que nuestros pacientes están en lista de espera y no tienen otra posibilidad de tratamiento”.
Con estas operaciones, el Hospital Garrahan alcanzó los 80 trasplantes cardíacos en los últimos 20 años y se ubicó entre los tres centros de salud pediátricos del mundo que reportaron cirugías de este tipo durante la emergencia por coronavirus.
Durante el mismo período, el servicio de Trasplante Hepático realizó cuatro operativos de trasplante en niños y niñas de 24 meses promedio, dos de ellos con órganos provenientes de donantes vivos y en articulación con el Hospital Argerich. “El último trasplante fue a partir de una falla hepática fulminante, lo que requirió tener todo listo en menos de 24 horas para operar a la mamá del paciente en el Argerich”, valoró Guillermo Cervio, jefe de Clínica del servicio.
En tanto, el jefe del servicio de Trasplante Hepático, Oscar Imventarza, explicó que en este contexto “intentamos reducir al máximo la gente en quirófano. Por ejemplo, cuando los anestesistas están haciendo su trabajo se quedan solos, y antes no”. En total, fueron tres instrumentadores, dos anestesistas, un técnico de anestesia y siete cirujanos.
En tanto, desde el servicio de Trasplante Renal se informó que desde el inicio del aislamiento social, preventivo y obligatorio se realizaron tres trasplantes bajo las normas y protocolos establecidos por la Sociedad Argentina de Trasplante y la Sociedad Argentina de Infectología.
Juan Pablo Corbetta, responsable del área, indicó que “los cambios tienen que ver con las medidas de seguridad, no solo en cuanto a la protección de los equipos de salud, sino en relación a toma de muestras, los traslados de pacientes y el acompañamiento de los familiares en la internación, cosas que antes se hacían de otra manera”.
El especialista expresó que “nuestra mayor angustia al principio fue no saber qué iba a pasar con los pacientes inmunosuprimidos, ellos requieren el trasplante como única solución y no podíamos dejarlos esperando, por suerte los organismos de trasplante lo supieron manejar, se armó un protocolo y eso calmó la ansiedad frente a chicos que no podían esperar más”.
Corbetta destacó que la posibilidad de continuar con las intervenciones representan “un beneficio para el paciente trasplantado más allá de las condiciones externas vinculadas al coronavirus y el doble desafío en relación al paciente inmunosuprimido: de allí la necesidad de hacer las pruebas diagnósticas”, dijo y concluyó que, pese a la pandemia, “el espíritu del hospital en trasplantología sigue siendo el mismo, seguimos teniendo el más alto número de trasplantes renales en el país y en Latinoamérica junto con San Pablo, así que trabajamos con responsabilidad y adecuando algunas conductas al nuevo contexto”.