Equinoccio de Primavera: qué es, cómo se produce y que importancia tiene
Se trata de un fenómeno que marca el cambio de estación y que este año se dio el 22 de septiembre, un día después del señalado de manera convencional para recibir la primavera.
La llegada de la primavera, tal vez la estación del año más esperada del año, termina con el frío del invierno y marca el inicio de una etapa de florecimiento y renovación.
Según el calendario convencional llega todos los años el 21 de septiembre y en nuestro país, como en gran parte del hemisferio sur, es recibida con fiestas, celebraciones de jóvenes y estudiantes.
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Sin embargo, la explicación científica del cambio de estación, esta dada por el equinoccio de primavera que no siempre coincide con el día 21 de septiembre.
Este año, el punto exacto de equinoccio se dio el miércoles 22 a las 19.21 horas. Este día la noche y el día tienen la misma duración en todos los puntos de la Tierra.
La fecha cambia debido a que el tiempo que tarda la Tierra en girar alrededor del Sol no son 365 días exactos, sino 365 días y 6 horas. Es por eso que la llegada de la primavera no coincide con su celebración, el 21 de septiembre.
¿Qué es el equinoccio?
Equinoccio “equi-noche", es una palabra que tiene su origen en el latín y proviene de aequinoctium que significa “noche igual”.
Cada año, entre el 21 y el 22 de septiembre el equinoccio de primavera genera un tiempo único y particular donde los días y las noches duran exactamente lo mismo; doce horas cada uno.
Los equinoccios ocurren en dos temporadas del año, en marzo y septiembre. El equinoccio del mes de septiembre marca el paso del invierno a la primavera para el hemisferio Sur. En los polos, el cambio es mucho más drástico, pasando de seis meses de luz a seis meses de oscuridad para el Polo Norte y viceversa en el Polo Sur.
El fenómeno se produce cuando el sol se encuentra sobre la línea del ecuador de la Tierra, por lo que el día y la noche en ambos hemisferios tienen exactamente la misma duración.
Trayectoria de la tierra
Todas las jornadas del año podrían tener este equilibrio de duración de doce horas de luces y sombras si no fuera porque el eje de la Tierra está inclinado unos 23.5 grados.
Esta inclinación del planeta también ocasiona las cuatro estaciones, porque genera la variación de la presencia de luz y calor en las diferentes zonas del planeta según la época del año.
Los rayos solares solo caen perpendiculares sobre el Ecuador en los días de equinoccios: entre el 21 y 22 de septiembre, y también entre el 21 y 22 de marzo.
La trayectoria que sigue la Tierra en su movimiento alrededor del Sol se conoce como eclíptica. Este plano no coincide con el ecuador terrestre debido a que el eje de rotación de la tierra se encuentra inclinado.
Por lo tanto, la radiación solar no siempre llega con la misma intensidad en toda la Tierra, sino que llega en distinta cantidad a los hemisferios dependiendo de la época del año, de aquí surgen las estaciones del año en diferentes partes del mundo.
La primavera y sus festividades
Esta época del año que hace coincidir el despertar de la naturaleza con el de los ritmos biológicos ha generado festividades alrededor de todo el mundo que celebran el momento.
En India, la festividad Holi se celebra un día después del Joliká, y tanto niños como adultos se lanzan polvo de diferentes colores en las calles.
En Japón reciben la temporada con la floración de los cerezos japoneses, o sakuras.
Ostara, es una festividad especial para los celtas y los wiccanos (paganos). Este es el nombre de la diosa de la fertilidad.
La creencia popular manifiesta que ese equilibrio entre las horas de iluminación solar y de oscuridad puede ser un momento ideal para que el ser humano ponga en equilibrio sus pasiones y debilidades, y de esta forma logre fortalecer su mente y cuerpo.
La importancia del equinoccio para las culturas prehispánicas es evidente en la construcción de estructuras orientadas a ese momento astronómico.
Astrología
Para la astrología, los equinoccios simbolizan la cualidad de psiquis que encarnó según el instante en que respiramos por primera vez.
La carta natal es un mapa simbólico de la potencialidad de una persona según el momento cíclico del camino de la Tierra alrededor del Sol en que haya nacido.
Somos parte de un ritmo del Sistema Solar y de la Tierra y sus cambios estacionales; las cuatro estaciones nos someten a vidas con pautas predecibles.
Nacer en un momento particular de este circuito simboliza significados, superadores de la antigua idea de la influencia de las constelaciones.