La universidad post pandemia: entre la virtualidad y los contenidos a medida
Mientras la UNC se acelera el regreso a la presencialidad, sus autoridades y estudiantes realizan un balance de lo que implicó un año y medio de virtualidad por la pandemia y cómo impactará en el futuro de la universidad pública.
Como es de público conocimiento, el coronavirus produjo una crisis sanitaria mundial sin precedentes y provocó una paralización total en distintas esferas de la sociedad en la gran mayoría de los países del mundo: entre ellas las económicas, culturales y académicas. Para ser más precisos y ubicarnos temporalmente, la enfermedad causada por el virus impactó en la UNC luego de las mesas de exámenes de febrero y paralizó el arranque del ciclo lectivo 2020.
Con la vigencia del Decreto de necesidad y urgencia dictado en marzo del pasado año por el Presidente de la Nación, Alberto Fernández, millones de argentinos permanecieron expectantes en sus hogares a la espera de la reanudación de sus actividades, entre ellos docentes, nodocentes, ingresantes, estudiantes y trabajadores de la universidad pública. Algunos rumorearon que sólo serían semanas, pero al analizar la situación que vivían los países europeos se podía esbozar un panorama distinto. Fue así como las autoridades que encabezaban la cartera sanitaria nacional decidieron extender, con el paso del tiempo, los períodos y la fase uno del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio).
Ante el complicado panorama que se vivió en los rincones del primer mundo y con las cifras de contagios y fallecidos en aumento, la actividad académica presencial en todos los niveles educativos se vio restringida. En medio de la incertidumbre, las universidades públicas argentinas comenzaron a diagramar y organizar sus contenidos a través de una nueva alternativa para su dictado de clases, algo que si bien estaba presente, no estaba pulido del todo: la virtualidad.
Uno de los puntos altos que implicó el traspaso de los contenidos y las clases virtuales fue la posibilidad de continuar con el ciclo lectivo 2020 tal como estaba estipulado. Cabe recordar que ante la cancelación y postergación de clases hasta junio del pasado año en la UBA, la UNC decidió continuar con sus clases: “Entre cerrar nuestras aulas y seguir el ciclo lectivo en modo virtual, con aciertos y dificultades, preferimos seguir trabajando” declaró Hugo Juri, rector de la UNC.
La llegada de la pandemia revolucionó la forma tradicional de enseñanza y los estudiantes debieron migrar a la virtualidad. Esto implicó una organización a contrarreloj en la adaptabilidad de contenidos curriculares y enormes desafíos en los mecanismos de enseñanza para los docentes y aprendizaje para los alumnos.
La universidad pública y más precisamente la Universidad Nacional de Córdoba, ha superado distintas circunstancias y conflictos en momentos históricos claves, y la pandemia ha sido uno de ellos. Ahora bien, el nuevo paradigma y la inclusión en la cotidianidad de la enseñanza virtual fue centro de muchas opiniones.
A casi más de un año y medio, las distintas facultades de la Casa de Trejo se encuentran en carrera para optimizar una planificación que incluya el cursado presencial de algunas materias, pero sin perder la posibilidad que sus estudiantes puedan acceder a sus contenidos desde la virtualidad.
Modalidad mixta: la postura de las autoridades de la UNC
Juri destacó en reiteradas oportunidades que “la bimodalidad (presencialidad y virtualidad) llegó para quedarse”.
En ese sentido, en declaraciones con el noticiero Data Universitaria, que se transmite por la señal de Canal U, el rector de la Casa de Trejo insistió: “El que se encuentre pensando en cómo será la educación superior pospandemia va tarde. La virtualidad y su mix con la presencialidad en la educación da un mejoramiento en las carreras de la universidad. Lo que creemos que se resolverá rápidamente es el tema de la conectividad y que todo el país pueda acceder a ella. Tenemos que pensar en avanzar en la igualdad de oportunidades para todos”.
Cabe recordar que si bien existieron varias pruebas piloto enfocadas en la vuelta a la presencialidad en el 2020 en la Universidad Nacional de Córdoba, muchas veces tuvieron que suspenderse por el incremento de los contagios de coronavirus.
Los avances de la UNC fueron llegando con el paso del tiempo. En líneas generales, La Facultad de Odontología regresó a las prácticas, en Ciencias Médicas se hizo lo mismo en el Hospital de Clínicas. Por otra parte, la Facultad de Ciencias Químicas organizó sus prácticas presenciales, mientras que en Ciencias Exactas Físicas y Naturales y la Facultad de Ciencias Agropecuarias se suscribieron importantes convenios con otras universidades para aquellos estudiantes radicados fuera de la provincia de Córdoba puedieran avanzar en su carrera. Ciencias Económicas inauguró nuevas oficinas, Famaf se ocupó de la adquisición de equipos para medir y por ende garantizar las condiciones de ventilación de aulas en esa facultad.
La virtualidad... ¿para siempre?
Algunos decanos ya informaron que las clases teóricas serán virtuales, y permanecerán en ese formato luego de la pandemia. Tal es así, que en una entrevista realizada por La Voz a mediados de este año al decano de Ciencias Agropecuarias, Conrero señaló que “los teóricos no volverán nunca más y continuarán de forma virtual” y añadió detalles sobre la evaluación de los exámenes finales en esa casa: “para los exámenes los alumnos podrán elegir qué modalidad que prefieran: presencial o remota”.
Por otra parte, Gustavo Chiabrando, decano de Ciencias Químicas, sostuvo que a lo largo del tiempo: “Las clases van a continuar en formato virtual para todas las asignaturas pero por otra parte todas las materias de la carrera tendrán una actividad presencial”.
¿Se puede apuntar a la virtualidad total en aquellas carreras que no posean actividades prácticas? ¿Cómo impactará esto en la preparación académica y posterior desarrollo profesional de cada estudiante? Este será un interrogante a responder con el paso del tiempo.
¿Cómo se imaginan los estudiantes de la UNC estudiando en el futuro?
Francisco Western tiene 19 años y actualmente cursa la carrera de sociología de la Facultad de Ciencias Sociales UNC. Al referirse a la nueva modalidad adoptada en pandemia por las instituciones educativas de todo el mundo, el joven sostuvo: “La virtualidad ha llegado para quedarse y para darnos una mano en un contexto muy difícil, porque si bien virtualmente nos distanció y nos separó a unes de otres, también nos permitió seguir formando”.
“Creo en un panorama en el cual la virtualidad y la presencialidad se conjuguen”, indicó Francisco.
Para la estudiante Milena Tercero de la Facultad de Artes, el traspaso a la virtualidad propició una posibilidad, aunque también una limitación. “Muches compañeres que se encontraban fuera de Córdoba pudieron acceder al conocimiento a través de la virtualidad. Sin embargo esto no quita que el acceso fue limitado. No todes los compañeres tienen acceso a un dispositivo o internet estable”.
En ese sentido, Milena admitió la importancia que posee para un estudiante poder retornar progresivamente a las aulas: “Me es imposible seguir cursando en la virtualidad. Es necesario volver a ciudad universitaria y volver a encontrarnos entre nosotres. Poder vivir la facultad, la carrera y la universidad como se vive dentro de su territorio presencial. Es una necesidad (...) No hay otra forma de saber si una carrera nos gusta si no lo palpamos”.
Carla Malvacio, actual alumna de la FCS se mostró optimista respecto al avance de la virtualidad en la enseñanza superior: “Imagino un futuro con la implementación de herramientas para que la virtualidad permanezca y facilite a todes estudiar incluso a la distancia, pero también pudiendo implementar nuevamente la modalidad presencial con todes les cuidades.
Si bien en estos tiempos el regreso de los estudiantes a las aulas comienza a ser mucho más progresivo en cada una de las Facultades de la UNC, la pandemia cambió la manera de enseñar y aprender los contenidos académicos. ¿Cuál es el panorama del futuro? Las aulas híbridas, y las clases virtuales llegaron a ciudad universitaria para quedarse. El próximo paso y objetivo a establecer para que esto funcione se centra en una premisa: garantizar el acceso a internet como un derecho universal que garantice a los estudiantes una educación de calidad.