Más de cinco horas de espera para hacer una denuncia por violencia de género
Sofía acompañó a su madre al Polo de la Mujer y relató la desidia que sufren las mujeres que quieren denunciar violencia de género.
"Hoy mi mamá accionó el botón antipático. 8 de Marzo (Día de la Mujer). Estamos en el Polo de la Mujer. Su restricción con mi papá quedó sin vigencia el 2/11 por orden de la jueza", afirmó Sofía.
Cerca de las 11 de la noche, Día de la Mujer, Sofía empezó a relatar en redes sociales las 5 horas de espera que tuvo que soportar junto con su madre y varias mujeres más a la espera de poder denunciar a sus agresores.
La espera, la indiferencia y la falta de contención convierten la denuncia en un proceso de revictimización e impotencia.
"Nosotras pagamos las consecuencias de sus actos. Ancladas durante horas en una sala de espera, cargadas de miedo e incertidumbre", contó Sofía a cba24n.com.ar.
Cinco horas
"Una policía acompañó a mi mamá, la acompañó de verdad. La animó a denunciar, a no aflojar. Una policía acompañó a mi papá. Tuvo que dejarlo libre porque "estaba con ropa deportiva, haciendo gimnasia". El está cenando algo rico mientras nosotras envejecemos en una sala de espera", tuiteó a las 10.50 mientras estaba con su madre en el Polo de la Mujer junto a 9 mujeres esperando a ser escuchadas.
Diez minutos despues, agregó: "Hay un señor que atrás de algún celular desde su cómodo Home Office dió la orden de dejar libre al señor que "estaba haciendo ejercicio". Deciden nuestra vida y nuestra muerte".
Con su padre libre, Sofía y su madre siguieron esperando. A las 11.20, le avisaron que hay 3 horas de demora para recibir la denuncia. Una mujer, entre llantos y consolada por otras dos mujeres, decide retirarse tras escuchar el tiempo de espera.
"Acá lloras, te desgarrás y nadie te ofrece un pañuelo ni un acompañamiento real. Solo nosotras", reflexionó Sofía al ver la situación.
Durante el resto de la madrugada, la situación se repitió una y otra vez. Una mujer estuvo llorando durante una hora. Desde el Polo le dijeron que "le indicaron mal y que si no fue golpeada ni violada tiene que ir a otro lugar a denunciar", "que no hay psicólogos de noche" , "que trate de sobrevivir hasta mañana" y que "tenga "buena noche""
"4:10 AM. Me voy a dormir finalmente. Pidieron restricción y tobillera, pero por supuesto "hay que esperar la respuesta del juzgado". Las mujeres morimos en manos de femicidas y del estado mismo. Morimos esperando que destinen presupuesto, tiempo y políticas públicas. Morimos", concluyó Sofía tras estar más de 5 horas acompañando a su madre.
Un proceso kafkiano
Sofía fue protagonista y testigo de cómo el estado trata a las mujeres que quieren denunciar violencia de género.
"Hay un montón de ministerios, juzgados, unidades, capacitaciones, pero no hay información. Nadie sabe que tiene que hacer cuando a una mujer le están arruinando la vida", expresó.
Y agregó: "Traen mujeres con niños y esperan horas para que les avisen que no corresponde al Polo su caso y deben ir a una comisaría porque no hay agresión sexual o física. La gente no distingue eso y la policía parece que tampoco tiene del todo claro cómo distinguir un caso de otro".