Proyecto Czekalisnki y la multidimensionalidad de la pobreza
El jueves 5 de diciembre se estrenó en Canal 10, el cuarto capítulo de Proyecto Czekalinski, la co producción entre los SRT y La Voz.
En esta entrega, el tema principal fue la historia de Alejandra Olmedo, voluntaria del grupo de control y vecina de el barrio Nuestro Hogar III.
Éste está conformado por personas que, dentro del proyecto Czekalisnki, no modifican sus hábitos alimenticios, para luego comparar su estado de salud en relación a los que comen canasta básica y canasta GAPA.
Alejandra relató en primera persona sus padecimientos diarios para alimentar a su familia, las dificultades que ocasiona vivir en un barrio con problemas de contaminación ambiental, los inconvenientes de no contar con todos los servicios, como gas natural, buen servicio de transporte y, además, el por qué de su participación en el proyecto Czekalisnki.
En esta entrega se presentó también una nota con Soledad Barruti, periodista y autora del libro " Mal Comidos ", donde habla de los problemas de salud que se generan por alimentarse solamente con los productos y las cantidades que contiene la canasta básica, y de como los alimentos han ido perdiendo calidad nutricional en los últimos años.
En relación a esto hay que decir que la canasta básica, además de ser la unidad monetaria para medir indigencia y pobreza, como unidad de medida determina que las marcas de los alimentos que la integran sean los de menor precio en los locales comerciales, lo que equivale a decir en muchos casos, los de menor calidad.
Además Carina Grivarello, licenciada de Nutrición Mat 2189 y conductora del programa, presentó una información que dice mucho sobre como se alimenta la población argentina, cuales son los alimentos o productos que mas se consumen y cuales son los que menos.
Según la encuesta nacional sobre factores de riesgo de la Secretaría de Salud de la Nación, la población argentina consume cada vez más pan, galletas dulces, pastas y gaseosas y, en detrimento del consumo de esos productos, cae el consumo de frutas y verduras, lácteos y carnes.
Cae el consumo de alimentos con un importante valor nutricional, pero que tienen un valor o un precio mucho más alto que los otros alimentos.