Sentipensamientos: Azul un ala, la otra es canción…
Como todas las semanas, el periodista Manolo Lafuente trae "Las 24 de Manolo".
Por Manolo Lafuente
Si la filosofía es como estar en un cuarto oscuro buscando un gato negro; la
metafísica es buscarlo aunque no esté ahí, la teología es gritar además ¡¡lo
encontré!! para convencer a los demás, y la ciencia es encender la luz para ver
qué demonios hay en el cuarto, entonces las cuatro afirmaciones bien podrían
aplicar a nuestra bandera, a su color y a su canción.
¿”Ni es cielo, ni es azul”, como solloza el tango, o es del color del mar como
cuando con el cielo son el confín donde quizás anide la utopía?. Científicamente,
las fibras conservadas de la bandera argentina más antigua señalan el pigmento
"azul de ultramar": los alumnos de segundo grado del Cocho Pedraza le cantan
así: AZURUNALA, del color del cieelooo/AZURUNALA de color del maaarrr...Y
siguen con “punta de flecha y el LAURO LOTRIMITA...”
Todo porque, “allora, parliemo di aurora” sugiere Juan Sasturain, diciendo que
“Aurora” es ¡una traducción!: “ El libreto de la pieza, parece cosa de nuevos ricos–
se le encargó al italiano Luigi Illica, autor de los textos de Tosca, Madama
Butterfly y La bohème.”¡ nacional y popular para el primer centenario!.
Tuvimos bandera en 1812, cuando aún no teníamos patria ni nación: faltan cuatro
años para el Congreso de Tucumán. Y nosotros la saludamos en la fecha de su
muerte, cuando al funeral de su creador asistieron tan solo sus hermanos, sus
sobrinos y algunos amigos, y no se respetó su última voluntad de descansar en
una tumba austera. Pero cuando exhumaron sus restos para ser colocados un
majestuoso mausoleo, si asistieron los ministros: el del interior y el de guerra se
robaron unos dientes de Belgrano que ante el escándalo tuvieron que devolver.