Una joven de 28 años denunció que fue violada a pocas cuadras de la Terminal de La Falda, que quedó embarazada producto de ese ataque y que le negaron la práctica de un aborto no punible en el hospital Domingo Funes.

La denuncia fue difundida por el portal La Estafeta On Line, de La Falda, y señala que  el 14 de enero pasado la mujer fue víctima de un ataque sexual y tres semanas después constató que había quedado embarazada.

“No quiero que a nadie más le pase lo que me pasó a mí”, señaló la joven de 28 años con La Estafeta Online.

La joven recibió una serie de medicamentos para evitar el embarazo en el Hospital Rawson. Cuando comprobó que estaba embarazada sufrió un ataque de nervios y acudió al hospital Municipal de La Falda para que se le practicara la Interrupción Legal del Embarazo (ILE). Sin embargo, finalmente fue trasladada al hospital Domingo Funes porque sintió un dolor agudo en el estómago.

Allí quedó internada en el área de obstetricia donde había otras mujeres que acababan de tener a sus bebés.

“Me estaban dando calmantes con la intención de que retuviera el embarazo. Yo no me daba cuenta en ese momento, pero lo estaba perdiendo y ellos lo estaban reteniendo…”, señaló la joven y relató que durante todo el periodo de internación no fue informada en ningún momento sobre su diagnóstico.

Unas horas después, la joven pidió que se le practicara la ILE pero se lo volvieron a negar. Y fue allí cuando reclamó que la trasladen a otro centro asistencial donde accedieran a hacerlo.

Según relató a La Estafeta On Line, en ese momento la médica obstetra de guardia le dijo que “no tenían las herramientas” en ese establecimiento para practicar un aborto legal y que en todo caso debía dirigirse “luego del alta médica y cuando estuviera convencida” al Polo Integral de la Mujer en la Ciudad de Córdoba para hacer su pedido, ya que “tenía tiempo hasta las 12 semanas de embarazo”.

Fue en ese momento que le adelantaron que sería derivada al área de Salud Mental del Funes para que “pensara bien” acerca de su decisión de interrumpir el embarazo. “Me dijeron: ´Acá nosotros hacemos un llamado de conciencia por la vida. No queremos que abortes. Deberías pensarlo bien…´ Pero yo estaba totalmente convencida y decidida a abortar a este bebé, que en realidad ya era sólo sangre… Me podrían haber ayudado para que no sufriera tanto”.

Y el relato continúa con el hecho de que unas horas después y con contracciones similares a las de parto, María expulsó en el baño del hospital lo que cree era el embrión. “Estaba sola y nadie me vino a revisar”, señaló. A partir de entonces el dolor cedió. Había tenido un aborto espontáneo y la ecografía que le hicieron el lunes siguiente, después de una noche a puro llanto, confirmó que había perdido su embarazo no deseado.

“A ver si a partir de ahora te empezás a cuidar con anticonceptivos y no volvés a quedar embarazada…”, fue el último consejo que le dio la médica obstetra, según relató la joven.

El violador fue detenido junto a un cómplice y la joven pudo reconocerlo en la sede de la Fiscalía de Cosquín.

Qué dijo el hospital

La directora del Hospital Funes, Sonia Nieva, tiene una versión diferente de los hechos y aseguró al medio de La Falda que la joven llegó al centro de salud con una “genitorragia”, esto es un “signo de pérdida”, por lo que fue “valorado el estado de su embarazo y se confirmó que tenía un aborto completo”.

“Cuando llegó ya no estaba embarazada. Por eso no se pudo activar ningún tipo de mecanismo”, señaló Nieva y aseguró que el Hospital “tiene organizados todos sus canales” para dar respuesta en este tipo de casos.

En este sentido, explicó que en este centro de salud hay médicos que no están dispuestos a practicar un aborto no punible por objeción de conciencia, pero que hay otros profesionales en el establecimiento que sí realizan estos procedimientos.

“Puede ser que alguien del hospital le haya hecho un planteo o comentario ´pro-vida´, pero aquí hacemos todo el procedimiento”, señaló Nieva a La Estafeta Online.