Recorrida gastronómica por barrio Güemes
Si los bolsillos no alcanzan para salir fuera de la capital cordobesa, una buena alternativa es recorrer uno de los barrios más tradicionales de la ciudad, cuyas opciones gastronómicas son muchísimas.
A la hora de probar comida oriunda de la India Elefante Bengal es una referencia ineludible en Córdoba.
Bengal es un lugar sagrado de la India, donde nació un avatar de la Divinidad. Y la mención del elefante es porque en la entrada a ese lugar estaba un elefante que con su trompa le daba la bendición a los peregrinos.
Los platos que se ofrecen se basan en la ayurveda, que es la medicina de India, cuyo objetivo es limpiar el cuerpo y restaurar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y el espíritu. No se utilizan carnes, ni pescado, huevo, ajo o cebolla (porque en este caso son alimentos tamásico o de energía baja). La divinidad acepta todo tipo de alimentos que no sean animales.
Las cenas que ofrece Elefante Bengal son los tali con seis preparaciones que traen arroces, vegetales, legumbres, charmi (salsas agridulces picantes que activan el fuego digestivo y queman las grasas). La bebida se llama rasa, que tiene te rojo, cardamomo y manzana tostada en caramelo.
También tienen el chai (a base de jengibre, canela, laurel, té negro que ayuda a armonizar los puntos energéticos). El chai es como nuestro mate, en India se toma a toda hora.
Tartas veganas sin tacc, las infusiones y bolitas de lácteos, son las alternativas para la merienda.
“Fui a los 17 años a vivir a un Templo y me hice vegetariano, y mucha gente que se cruzó conmigo se hizo vegetariano y siente el amor hacia los animales”, dice Martín Dure, el propietario de Elefante Bengal.
Ubicado en Fructuoso Rivera 224, está abierto todas las noches desde las 20 y meriendas viernes, sábados y domingos. Para almuerzos de lunes a viernes al mediodía.
Entre otras opciones gastronómicas sobresale la árabe. Lo del Turco, en Fructuoso Rivera 250, ofrece picadas que consisten en varios platitos con las clásicas empanadas árabes cerradas, niños envueltos, kepi frito, falafel (croquetas de garbanzo) con puré de garbanzo y berenjena, acompañados por papas fritas.
También tiene humus que se prepara con garbanzos crudos que se cocinan durante una hora luego se cambia el agua, se vuelve a hervir y se lo procesa con una pasta de sésamo, sal, limón, aceite y unos dientes de ajo, una especie de crema de garbanzo.
Otras opciones son shawarma con papas y seis verduras distintas con tres salsas, también hay lomitos árabe. Viene en un pan árabe con tomate, lechuga, queso y huevo, salsas y las carnes del shawarma.
Hace cuatro años que están, atienden desde las 19 hasta la medianoche y los fines de semana hasta las 1.30 de la mañana.
Si nunca probaron comida tailandesa hay que vivenciar la visita a Khaosan Thai Food.
Su propietaria, Macarena Cabañes Godoy, nos comentó que “esto surgió en el 2020, anteriormente con mi novio habíamos viajado a Tailandia, donde hicimos cursos de cocina, y la característica principal es una identidad muy marcada, con condimentos propios del país, pese a que cuenta con influencias de la comida china y japonesa". En Tailandia se utilizan muchos los mariscos al ser un país costero, con el mar de los dos lados.
En nuestra visita probamos el Pad Thai: son fideos de arroz importados de Tailandia salteados con huevo, verdeo y brotes de soja frescos. Condimentados con salsa de soja, azúcar mascabo y pasta de tamarindo thai con mariscos, un manjar.
Trabajan de miércoles a domingo desde las 19 a la medianoche en Belgrano 867, en una galería que se llama “Tiempo atrás”.