Cristina Fernández dijo que la extradición de Assange "marca un precedente alarmante"
La Vicepresidenta aseguró que la medida sobre el periodista australiano es una forma de "disciplinamiento" sobre aquellos que quieren "investigar y buscar la verdad".
La vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner repudió la extradición de Julian Assange y aseguró que marca un "precedente alarmante" para los "periodistas que investigan y buscan la verdad."
"La decisión de habilitar la extradición de Julian Assange no solo pone en peligro su vida sino que además marca un precedente alarmante para todos los y las periodistas del mundo que investigan y buscan la verdad: disciplinamiento periodístico para todos y todas", afirmó Fernández a través de su cuenta de Twitter.
La publicación se refiere a la decisión del gobierno británico que confirmó la extradición del fundador de WikiLeaks a Estados Unidos, donde se lo acusa de haber difundido documentos confidenciales y podría recibir una sentencia de hasta 175 años de prisión.
Ver: El Gobierno británico aprobó la extradición de Assange a Estados Unidos
El portal WikiLeaks calificó de "día oscuro para la libertad de prensa y la democracia británica" la decisión de Reino Unido.
En ese texto, WikiLeaks anticipó que apelará la decisión, algo que solamente podrá hacer si el Tribunal Superior británico lo autoriza, con la posibilidad de ir en última instancia ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
La justicia estadounidense quiere juzgar a Assange por difundir a partir de 2010 más de 700.000 documentos secretos sobre las actividades diplomáticas y militares estadounidenses, en particular en Irak y Afganistán.
La pena que puede afrontar el australiano es de 175 años de cárcel, lo cual representa para las organizaciones de defensa de los derechos humanos un peligroso ataque a la libertad de prensa.
El gobierno estadounidense afirma, por su parte, que el australiano de 50 años puso en peligro la vida de numerosos informantes al publicar documentos clasificados.
Assange fue recluido en 2019 en la prisión londinense de alta seguridad de Belmarsh por violar su libertad condicional cuando en 2012 se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado a Suecia por cargos de violación que fueron abandonados desde entonces.