Desde la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA) alertan un segundo semestre acuciante para las pequeñas y medianas empresas. Si bien se trata de la entidad que nucléa empresas bonaerenses, el diagnóstico es similar en gran parte del país.

“Si el Gobierno no hace nada para mejorar la realidad económica de los empresarios, emprendedores y comerciantes, en la segunda mitad del año estaremos viviendo más cierres en el sector, y en consecuencias, más familias de trabajadores en la calle”, aseguró Camilo Alberto Kahale, presidente de FEBA en declaraciones al diario perfil.com.

En el primer trimestre del año ya se perdieron 60 mil puestos de trabajo, de los cuales 11 mil corresponden a pymes en todos los rubros e industrias de la economía.

“Si no cambian el rumbo de la política económica más pymes caerán en el abismo. El indicador de la pobreza en la Argentina alcanzó en el primer trimestre de 2024 al 55,5% de la población y la indigencia pasó del 9,6% al 17,5% en el mismo período, de acuerdo a las estimaciones del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA). Si la actividad está frenada, las empresas e industrias no existen, el trabajo cae y la pobreza seguirá aumentando hacia fin de año”, asegura Kahale.

La CAME con diagnóstico similar

Según la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), la situación no es favorable para las pymes. Las ventas minoristas pymes retrocedieron 21,9% anual en junio, a precios constantes, y acumulan una caída de 17,2% en el primer semestre del año. 

"Todo indica que vamos de mal en peor, porque no se vislumbra ningún gesto ni acción por parte de los actuales dirigentes a favor del sector”, sostiene el presidente de FEBA. Si bien el objetivo de bajar la inflación se estaba logrando en los últimos meses, el costo está siendo muy alto para la sociedad, la clase trabajadora y los sectores productivos”, advirtió Kahale.

El consumo se estima que se derrumbará un 10% este año mientras que el salario real -en el sector privado formal- caería en promedio 7%. “Más allá de lo que digan las consultoras y los especialistas, esto se palpa en la calle. Los empresarios y comerciantes lo están viviendo en carne propia, la gente no consume, bajó los niveles de gasto porque la inflación destruyó los salarios”, detalló el empresario.

“La inflación era un objetivo central a solucionar, y sabemos que es clave para la recuperación de cualquier economía, pero lo que no vemos son medidas compensatorias, de resguardo para los sectores donde el impacto está siendo cada vez más duro. No vemos una política económica de reactivación de la producción y el consumo”, cerró Kahale.