La incógnita de la Ley Ómnibus: cómo se perfila la votación en la Cámara de Diputados

Tras días de álgido movimiento legislativo, el oficialismo empujó una carrera contrarreloj para conseguir el dictamen de comisiones que le permitirá votar el proyecto de Ley Bases. El Gobierno, con más cruces que alianzas, decidió ir a fondo con su iniciativa que pretende reformar más de 300 leyes. Durante este proceso, el ministro Caputo desistió de en su pelea por el paquete fiscal y las retenciones. Las facultades especiales y las privatizaciones son el eje de discusión principal. 

Ley Ómnibus: comenzó la tercera jornada de debate, con críticas a la represión

Desde su primer envío, el pasado diciembre, el texto de la Ley Ómnibus atravesó diversas modificaciones. Inicialmente eran más de 600 las leyes afectadas. Hoy son 380. “Aceptamos mejoras, no negociamos”, dijo en reiteradas ocasiones el vocero presidencial. Pero, las negociaciones existieron, tales que llevaron a un escándalo y la renuncia del ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro.

El bloque de Hacemos Coalición Federal, el PRO y la UCR acompañarán favorablemente la votación general de la ley. Desde el pasado miércoles en que comenzó el debate, han habido idas y vueltas no sólo en los acompañamientos de los bloques, sino también por las tantas modificaciones que atravesó el texto de la ley. 

Sólo ayer jueves, el Gobierno negoció el listado de empresas a privatizar. Además, redujo la facultades extraordinarias a seis, en vez de once como estaba previsto. Horas restan para conocer el resultado final de la votación.

La cronología de la ley ómnibus

El día anterior al paro general de la CGT, el Gobierno buscaba a toda costa el dictamen que le permitiese tratar esta semana su preciado proyecto. Preciado por un elemento particular: que de su aprobación dependía gran parte de la estructura del plan económico del ministro Luis Caputo. Jubilaciones, retenciones y privatizaciones eran los ejes claves para alcanzar “a la madre de todas las batallas”, el déficit fiscal. 

Sólo que horas más tarde llegaría una nueva sorpresa, Caputo renunciaba a su capítulo fiscal. El corazón de la ley con sus puntos más polémicos quedó olvidado, para hacer frente a lo que ahora son las claves del proyecto: privatizaciones de empresas estatales, la delegación de poderes y facultades especiales al Poder Ejecutivo; y la regulación de biocombustibles. 

Pero según Caputo, más allá de “renunciar” a su paquete fiscal, eliminar la brecha del déficit fiscal sigue siendo la prioridad de su gestión. Así lo dijo el viernes en una conferencia de prensa, donde reiteró que el país “requiere un cambio estructural”. Ahora el interrogante gira en torno a las “facultades especiales” que pide el Ejecutivo, porque de aprobarse el Presidente tendría vía libre para hacer las reformas necesarias incluso sin necesidad de pasar por el Congreso.

En su cacería por alianzas, el oficialismo careció de tacto y terminó envuelto en un escandaloso dictamen blue en el que los diputados cordobesistas, Oscar Agost Carreño y Carlos Gutiérrez, denunciaron haber sido engañados. Y que el texto fue cambiado luego de que ellos lo firmaran, todo en off en un departamento fuera del cuerpo legislativo. “Con disidencias” acompañaron ese dictamen, 8 diputados de la UCR y otros de 4 de Hacemos Coalición Federal. Incluso llevó al exilio a tres diputados de Unión por la Patria. 

El gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, llevó su interna con Juan Manzur a escalas nacionales y tejió una alianza con el Poder Ejecutivo. “Accedieron a nuestros pedidos”, fueron las palabras del mandatario, que tomó a sus tres diputados y los “independizó” del bloque peronista. Con el diario del lunes, (o viernes en el caso de Caputo) la jugada del Gobernador pareció apresurada. 

Finalmente, este miércoles el recinto será el campo de batalla final para el Gobierno. El lunes, una reunión clave logró que los gobernadores y diputados “dialoguistas” pudieran garantizar el quorum. La encabezó el ministro del interior, Guillermo Francos, una pieza clave para articular el diálogo. Una promesa bastó para que los reunidos accedieran a la foto que sellaría el acuerdo: Francos le prometió a los gobernadores trabajar para coparticipar el impuesto PAIS y que las provincia accedan a un 30% de lo que recauda ese impuesto.

Un nuevo movimiento adelantado se transformó en un paso en falso porque bastaron minutos para que el Presidente desautorizara la jugada de su ministro y el tan ansiado acuerdo vuelva a pender de un hilo. “El gobierno ya dijo que todo lo fiscal lo conversaremos más adelante con todas las provincias y el Congreso. No vamos a discutir temas fiscales en esta ley”, había dicho Francos. Pero lo cierto que su relación con el Presidente cada vez es menos fluida. 

Así lo confirmó el vocero presidencial esta mañana cuando negó categóricamente siquiera una posibilidad de tratar la coparticipación del impuesto. “Jamás estuvo en discusión”, dijo Manuel Adorni, quien no conforme con eso siguió problematizando con los mandatarios provinciales. El día anterior advirtió que sin las reformas de Caputo, habría un “mayor ajuste” sobre las provincias. Y recordó que “las garantías” de negociación se buscan en el Poder Legislativo. Cuanto menos, riesgosas declaraciones a 24 horas de necesitar el quórum que le pueden o no dar los gobernadores. 

El problema es uno y es central, el Gobierno se erige en la postura del “todo o nada”, una estrategia que no parecería darle demasiadas victorias. El ejemplo perfecto es la retirada del capítulo de reformas fiscales y económicas del ministro de Economía Luis Caputo. El corazón de la ley fue quitado por la eterna discusión que representaron las retenciones en la negociación con gobernadores. 

Misma postura que llevó al ministro de Economía a cruzarse en X con quien será un aliado clave para las futuras 40 horas de sesión y debate: Miguel Ángel Pichetto. Posiblemente un error estratégico. Pero nada está dicho. La sesión promete ser maratónica, y el sorpresivo éxodo de tres diputados de Unión por la Patria dejan en claro que todo puede pasar. 

Desde la declaración del dictamen hasta el pasado lunes, con el proyecto final en mano, en total fueron 139 los artículos eliminados y al menos 17 los que tuvieron una modificación sensible de su redacción.