La actividad de las industrias pyme en la Argentina, volvió a caer en junio un 3,1% en la variación mensual desestacionalizada y un 20,4% en la comparación interanual.

Los datos corresponden al índice publicado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). 

El preocupante panorama para el sector se completa con el dato que que durante junio de este año las fábricas pyme operaron al 60% de su capacidad, es decir diez puntos debajo del nivel de mayo. 

"Si bien junio se mantuvo con costos y precios más estables, no alcanzó para despertar una demanda que refleja la caída en el poder adquisitivo de las familias" indica el informe sobre el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) que elabora la CAME.

Fuente: Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
Fuente: Confederación Argentina de la Mediana Empresa.

El mismo documento, señala que la recesión económica provocó un declive acumulado del 19,2% durante el primer semestre del 2024.

Los empresarios encuestados por CAME destacaron que los mayores problemas y desafíos están en la "falta de ventas, los altos costos de la producción y logística y las dificultades en el acceso al crédito". Por su parte, le reclamaron al Gobierno reducción de impuestos y flexibilización de las normativas laborales para “permitir reducir los costos y mejorar la rentabilidad”, indicaron.

Los empresarios de la Unión Industrial Argentina (UIA), tampoco registraron en junio mejoras para el sector; "los datos adelantados de junio reflejan que la caída interanual persiste y en la serie mensual también podría observarse una nueva disminución".

Fuente: Confederación Argentina de la Mediana Empresa.
Fuente: Confederación Argentina de la Mediana Empresa.

En tanto, el Gobierno festejó el resultado del Estimador Mensual de Actividad Económica (EAME) del Indec que presentó la primera mejora del año del PBI tanto en términos mensuales (1,3%) como en interanuales (2,3%).

Sin embargo, en un contexto de caídas anuales de dos dígitos en industria, construcción y comercio, fue la recuperación del agro post sequía con un salto del 103,3%, lo que permitió que el resultado fuera positivo. De hecho, si al cálculo se le saca el componente del campo, se observa una caída del 5,5%.