El hombre que mató a su hijo pensando que se trataba de un ladrón en barrio Guiñazú fue liberado este lunes tras la modificación de la imputación en su contra.

Rodrigo Padilla Marcani, de veinte años, recibió un disparo a la altura del omóplato que le causó la muerte el domingo a la madrugada en su casa de calle Del Moxeño.

Quien apretó el gatillo de la escopeta calibre 16 de doble caño fue su padre, Víctor Hugo Padilla Pérez. El hombre de 49 años habría salido de su cuarto después de escuchar ruidos en el patio y disparó al ver la primera silueta en la noche.

El drama familiar se consumó cuando los médicos del Hospital Elpidio Torres le comunicaron que Rodrigo había muerto.

Víctor Padilla Pérez se entregó a la justicia el mismo domingo y quedó imputado de homicidio calificado por el vínculo.

Ver: Pensó que entraba un ladrón, agarró el arma y disparó: mató a su hijo
 

Un día después la Fiscalía de Instrucción en Violencia de Género y Familiar del Quinto Turno ordenó la liberación y el cambio de carátula que pasó a ser homicidio culposo.

La autoridad judicial estimó que no existen indicadores de riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación.