El gran secreto británico del rock de los 60: The Kinks
En la historia del rock se habla (desde los Estados Unidos, claro) de “la invasión británica” y se nombra, obviamente, a Los Beatles y a Los Rolling Stones. ¿Pero qué hubiera pasado si esos dos inmensos grupos no hubieran aparecido, coincidiendo temporalmente incluso? Hoy todos hablaríamos de ese gran secreto que completó el podio.
En un primer momento, fueron cuatro como Los Beatles: los hermanos Ray y Dave Davies, Mick Avory y Pete Quaife. Pero importan, por sobre todo, los dos primeros, los Davies. O más que nada Ray.
Los Davies venían de una familia trabajadora del norte de Londres. En febrero del 64 -agenden la fecha- grabaron el primer simple, un cover de Long Tall Sally de Little Richard que nadie, salvo los historiadores pulcros, recuerdan.
El asunto más grande comenzó con el tercer sencillo de la banda, publicado en agosto del 64, con el tema propio (un dato no menor) You Really Got Me, que subió rápido en los rankings de popularidad y ventas, y que sobre todo, fue la puerta para algo grande que vendría después: el rock duro, también llamado heavy metal, digamos con cierta benevolencia.
Basta con escuchar este tema, incluso en versiones posteriores a ellos, y se terminarán las dudas.
Después vinieron otros temazos de Ray. Un músico que, repito, si no hubieran existido las duplas Lennon-McCartney y Jagger-Richards, hoy estaríamos venerando.
Los Kinks las hicieron todas. Hicieron hits, canciones monumentales e incluso picaron en punta en el cruce del rock con otras músicas. Con la hindú, por ejemplo, la que amaba George Harrison. Alcanza con escuchar el tema See My Friends, escrito por Ray Davies durante una gira por Oriente y publicado en 1965.
Ray David tiene 78 años hoy. Es otro monumento del rock. Como Paul, como Jagger, como Dylan.
Y qué increíble Gran Bretaña en ese momento. Por grupos como Los Beatles, los Stones y Los Kinks. Y por Los Who también, claro.