Murió Luis Eduardo Aute tenía 76 años y su salud estaba muy delicada

Una gran pena sentimos por el fallecimiento de Luis Eduardo Aute Gutiérrez nacido en Manila, Filipinas el 13 de septiembre de 1943 y fallecido en Madrid hoy 4 de abril , ​ 

Fue un músico, cantautor, director de cine, actor, escultor, escritor, pintor y poeta español. Aunque fue principalmente conocido como cantautor, también destacó como pintor y como director de cine. Hablaba español, inglés, catalán, francés, italiano y tagalo

El cantautor Luis Eduardo Aute murió este sábado a los 76 años, según confirmaron a Europa Press fuentes de la Sociedad General de Autores y Editores de España. El artista ha sido uno de los principales referentes de la canción de autor en España. Además de músico, Aute era director de cine, actor, escultor, escritor, pintor y poeta.

El cantautor y poeta, la voz de varias generaciones, llevaba tiempo alejado de la vida pública y los escenarios, tras sufrir un infarto que le tuvo en coma durante meses. 

Una canción que es una declaración de principios: Prefiero amar. Lo acompaña Miguel Poveda

Nacido en Manila (Filipinas) en 1943, regresó con su familia a España en 1954 para instalarse en Madrid. Su padre le regaló su primera guitarra y actuó varias veces en funciones del colegio al mismo tiempo que comenzaba a pintar. De hecho, expuso por primera vez su obra pictórica en 1960, al mismo tiempo que desarrollaba una incipiente carrera musical en grupos diversos como Los Sonor, sin olvidarse nunca tampoco de la escritura y el cine, disciplina en la que también hacía sus primeras intentonas.

En los años sesenta vivió el París de la libertad cultural y, tras conocer fortuitamente a Massiel, escribió sus primeras canciones: ‘Don Ramón’, ‘Made in Spain’, ‘Rojo sobre negro’, ‘Aleluya nº1’ y ‘Rosas en el mar’. Varias de ellas las grabó la propia Massiel con gran éxito.

Se animó finalmente a grabar Aute sus propias canciones con un single con ‘Made in Spain’ y ‘Don Ramón’ en 1967. Empezaba así una carrera musical con una treintena de discos, siendo el último de ellos ‘El niño que miraba al mar’ en 2012.

Fue premiado por un corto en el Festival de Cine de San Sebastián, escribió guiones, publicó poemarios y revistas, diseñó portadas de discos, compuso bandas sonoras. Abandonó la industria musical decepcionado, pero regresó en los setenta con la condición de tener libertad total.

En 1978 grabó ‘Albanta’, disco que incluye su canción más popular, ‘Al alba’, dedicado a las víctimas de los últimos fusilamientos del franquismo pero que no obstante consiguió burlar la censura de la época. Y puso música a la obra teatral ‘Cinco horas con Mario’, basada en la novela de Miguel Delibes. En 1983, en dos funciones, se grabó en el teatro Salamanca de Madrid el disco en directo ‘Entre amigos’, en el que le acompañan Teddy Bautista, Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Joan Manuel Serrat. Este nuevo trabajo sería Premio Nacional del Disco 1983 del Ministerio de Cultura.

Se sucedieron sin descanso los discos y las giras de éxito, no solo por España, sino también por Latinoamérica, tanto en solitario como acompañado por amigos como Silvio Rodríguez. Se sucedieron, igualmente, los poemas, los cuadros y los proyectos audiovisuales.

En el año 2000 se publicó '¡Mira que eres canalla Aute!', un disco homenaje en el que versionan sus canciones artistas como Pedro Guerra, Ana Belén y Víctor Manuel, Rosendo, José Mercé, Jorge Drexler, Joan Manuel Serrat, Joaquín Sabina, León Gieco o Fito Páez.

En 2001, tras cinco años de trabajo, dio a luz su película de larga duración ‘Un perro llamado dolor’, un proyecto de animación para el que realizó más de cuatro mil dibujos a lápiz. El film se publicó en formato DVD acompañado de un disco con la banda sonora, compuesta por el propio Aute, Silvio Rodríguez, Suso Sáiz y Moraíto Chico.

Mientras estaba, como siempre, en permanente actividad creativa, sufrió un infarto en 2016 tras un concierto y acabó entrando en coma. En 2018 tuvo lugar un concierto homenaje en Madrid con Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Joan Manuel Serrat, Ana Belén, Massiel, Víctor Manuel, Jorge Drexler, Ismael Serrano, Luis Pastor o Rosa León.

En 2019, al igual que ocurrió en Madrid, se celebró otro concierto de homenaje en Barcelona con, entre otros, Paco Ibáñez, Quico Pi de la Serra, Maria del Mar Bonet, Marina Rossell, Sisa, Roger Mas, Los Tambores De Calanda, Estopa, Quique González o Javier Gurruchaga.

Fuente: Europa Press

Su paso por Córdoba

El 15 de junio de 2007 actuó en el Orfeo Súperdomo de nuestra ciudad ante un público adepto que siguió con emoción sus canciones, en esa ocasión Santiago Giordano publicó su impresión en La Voz del Interior

Un señor escépticamente correcto

Santiago Giordano
De nuestra Redacción
sgiordano@lavozdelinterior.com.ar

A día de hoy. Calificaicón: Bueno. Luis Eduardo Aute, con Tony Carmona (guitarra y arreglos), Cristina Narea (coros, percusión), Igor Tukalo (teclados), Antonio Calero (batería) y Billy Villegas (bajo). Viernes a las 21.30 en el Orfeo.

Posiblemente sea necesario llamarse Luis Eduardo Aute para mantener atento un auditorio durante dos horas y media, con canciones. Canciones certeras, magistralmente direccionadas, de ésas que se redondean en la avidez que tiene su público por escuchar decir “cosas”. El viernes, en el Orfeo Superdomo, el español de Manila presentó los temas de A día de hoy, el disco recién publicado en la Argentina. Un público numeroso –unas 4.000 personas–, integrado en su mayoría por señoras over 35, escucharon con particular atención y en silencio lo que Aute cantaba, secundado por una banda eficiente que, como ese público, estuvo al servicio de esas canciones.

En la media de los cantautores españoles, es probable que Aute sea el más introspectivo –con marcada tendencia a la melancolía–. Y no sólo por ese estado de escepticismo que transitan sus canciones, un estado de extrañamiento bien peinado y magistralmente manejado por un hombre vivido.

Si bien sus letras pueden contener perspicaces juegos de palabras y metáforas punzantes o sugestivas, sus melodías tienden a una quietud que se empantana en los mesurados recursos de su voz y, sobre todo, en su expresividad acotada. Aute pude decir de la misma manera, con el mismo tono, las cosas más diversas.

Sus canciones no prometen nada y son crónicas de un hombre ilustrado que habla desde su lugar en el mundo. En general logra ser política, estética, ética y sexualmente correcto.

Giordano relata cómo sucedió el concierto
Todos los caminos conducen. Pasadas las 21.40, las luces del estadio se apagaron, los músicos de la banda se acomodaron y Aute apareció con su copita de tinto en la mano, camisa blanca fuera del pantalón, vaqueros; como quién salió solo a comprar cigarrillos y tiene pensado regresar enseguida a su casa. “Es un placer estar en Córdoba –dijo– donde están las mujeres más bellas de Argentina”.

Los aplausos y suspiros recatados, por poco no mutan en quejas vigorosas, cuando por querer mostrarse conocedor del piso que pisa, Aute hizo referencia a que las rosarinas “no están nada mal...”.

Tras el saludo –correcto– comenzaron a pasar los temas del disco, con el aditivo de algunos clásicos. Así habló del pasado en Naves quemadas, se dirigió a John Lennon en Imaginación, pensó que en Esta noche podría estar lo que Ulises le dijo a una amante, paraformateó a Paul Eluard en francés con J’ecris ton nom, invocó a Sharon Stone en inglés en Alone with you, explicó a Velázquez, Goya y Picasso en Tríptico de luces y sombras, despotricó contra el mundo en La barbarie y resumió todo en A día de hoy: “Sólo se quién soy/ cuando estoy dentro de ti”.

Por cierto, cada tema tiene su razón, su aplauso en el momento justo, su introducción prolija e ingeniosa. “Cante esa del unicornio”, le sugiere una señora de la platea; “¿Pero esa no es de Julio Iglesias?”, replica veloz el cantautor.

Al final, tras un aplauso prolongadísimo y afectuoso, los bises llegaron, clásicos y guitarra en mano. Había terminado el rito de la presentación, comenzaba el del reencuentro y la intimidad, a través de la memoria implacable que traen consigo las canciones.

La imagen deficiente se compensa con la calidez de la interpretación.

Gracias por tanto Luis Eduardo Aute...