Enrique “Mono” Villegas nació en el seno de una familia bien puesta, a principios del siglo XX, en Charcas y Agüero, el viejo Palermo. El azar, inexplicable y absoluto, lo trajo al mundo en la misma manzana en la que un año después (1914) llegarían Adolfo Ábalos y Anibal Troilo

Su toque mágico, brillante, le dio una sonoridad quizá producida por su admiración hacia Duke Ellington. Amante de la música y el ocio (dicen quienes lo conocieron que, detrás de su picardía e ironía constante, había un hombre de una cultura refinadísima) transitó, además del jazz y las baladas, los folklores de estas tierras. Melopea, el sello que vela y amplía un patrimonio incalculable, reeditó junto al Instituto Nacional de la Música (INAMU) el disco en el que Villegas repasa una obra fundamental: la música de Adolfo Ábalos. Tantas vueltas y al final rencontrarse con aquel que ha nacido en la misma cuadra que uno. 

Juntilto al Fogòn
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El reciente rescate de un cantidad de materiales por parte del INAMU tuvo entre sus hallazgos las grabaciones de Folklore (interpretando a los hermanos Ábalos). Con este nuevo disco, Melopea extiende a 8 los álbums editados a uno de los mayores exponentes del piano y el jazz en Argentina. Desde Baby López Furst a Jorge Navarro, no hay pianista o músico que no tenga en Villegas la referencia de una estrella a seguir.

Enrique Mono Villegas - Toma el tren A

Aunque faltan algunos grandes discos (“En cuerpo y alma”, por ejemplo) en Spotify se pueden encontrar las grabaciones inéditas (del volúmen 1 al 4, también editadas por Melopea) o discos exquisitos como Al gran pueblo argentino ¡pianos!

Enrique Villegas - "En cuerpo y alma" (Full álbum). El inoxidable Body and soul abre el disco, para el deleite interpretativo de Villegas.

Villeguita (su amigo Astor Piazzolla le dedicó una composición) fue un niño eterno que acostumbraba a decir a los demás las cosas más terribles, sin miedo a que nada pasara. Son famosas sus interacciones con el público en medio de los conciertos. Cultivó amistades con figuras como Jorge Luis Borges o Macedonio Fernández. Fue una máquina de dejar frases. 

Piazzolla: “Siempre toque lo que quise y nunca pase hambre”. Villegas: “ Yo también, pero estuve tres años a café con leche”.
Piazzolla: “Siempre toque lo que quise y nunca pase hambre”. Villegas: “ Yo también, pero estuve tres años a café con leche”.

A mitad de los años cincuenta, su eminencia era tal que se convirtió en uno de los primeros músicos de jazz de exportación, antes que Lalo Schiffrin (quien se hizo bastante rico después de componer la música de Misión imposible) o Leandro “Gato” Barbieri, quien encontró en New York su casa.

Hamlet Lima Quintana, Mono Villegas, León Benarós, Virgilio Expósito, Gustavo "Cuchi" Leguizamón, Homero Expósito y Atilio Stampone. En el centro de la mesa, una damajuana.
Hamlet Lima Quintana, Mono Villegas, León Benarós, Virgilio Expósito, Gustavo "Cuchi" Leguizamón, Homero Expósito y Atilio Stampone. En el centro de la mesa, una damajuana.

El sello Columbia lo contrató para la realización de cinco álbumes. Mono hizo sólo dos: Introducing Villegas (1955) y Very, Very Villegas (1956), con el acompañamiento de Milt Hinton y Cozy Cole, dos prestigiosos músicos de sesión que habían tocado con -entre otros- Louis Armstrong. 

Pero surgió un problema algo incómodo, quizá incomprensible para Villegas, acostumbrado a mezclarse con todos. Nadie entendía en Columbia que este sujeto blanco se mezclara desprejuiciadamente con músicos negros. Entonces le propusieron grabar temas del compositor cubano Ernesto Lecuona. “Nunca me arrepentí de no haber seguido en Columbia por haberme negado a tocar otra cosa que no fuera jazz”, diría.

En 1985 recibió el Premio Konex como uno de los 5 mejores jazzistas de la Argentina.
En 1985 recibió el Premio Konex como uno de los 5 mejores jazzistas de la Argentina.

 “No quiero estudiar porque si estudio voy a ser como la mayoría de los estúpidos que conozco, que les llaman hombres de provecho, abogados, médicos, arquitectos, ingenieros, chorros. Yo quiero ser otra cosa, quiero ser pianista” Mono Villegas

Ese episodio no le impidió abordar otra música que tanto apreciaba, los folklores de estas pampas. Villegas fue de la estirpe de músicos para los cuales el virtuosismo era sólo eso: técnica, virtud alcanzada por la repetición. Dentro de esta estirpe, en la que Villegas destacaba, lo importante era la musicalidad, la capacidad de plasmar y sostener un estilo personal en la interpretación, renovar genuinamente las melodías que ya fueron tocadas mil veces.  

Folklore (interpretando a los hermanos Ábalos) fue grabado originalmente en 1952 y editado por el sello Music Hall. Ahora Melopea, junto al INAMU, lo dejan servido. En esta nueva edición hay un inédito, que no estuvo en la original: Zamba de mi pago. Un acercamiento al Mono, el pianista que imitaba bastante bien al humano

Disco completo en Spotify

Folklore (Interpreta a los Hermanos Abalos)

Disco completo en YouTube, aquí.

#UnDiscoParaElFinde 

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