Mike Plas, un joven canadiense, perdió en el 2015 a Jack, su perro siberiano. Sucedió durante una visita a la casa de sus padres en Thunder Bay, Canadá.

Mike dejó atado a Jack en el porche de la casa, y minutos después le pidió a su madre que mirara si el perro estaba bien, pero Jack ya no estaba. Ante tal situación, Mike se puso en búsqueda, pero al no encontrarlo, sospechó que alguien lo había robado.

De allí en más, cada vez que Mike iba a la casa de sus padres, daba vueltas por el lugar para ver si estaba Jack. Y constantemente siguió publicando las fotos de su perro en las redes sociales.

Pero el pasado 20 de septiembre, el joven recibió un llamado de un refugio de animales de Winnipeg, una ciudad a 700 km de donde vive Mike.

"Me preguntó mi nombre y si tenía un perro llamado Jack", contó el joven junto a fotos y videos que compartió en Facebook contando su historia.

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Desde el refugio le contaron que lograron dar con él ya que obtuvieron información de su microchip. Entonces, esa misma noche viajó hacia Winnipeg y se encontró con Jack.

"La vida sin él nunca ha sido la misma y la sensación de tener a Jacko de vuelta es inexplicable. Nunca jamás perdí la esperanza ... No lo hice y después de 4 años separados en diferentes provincias estamos juntos de nuevo", escribió en la publicación que ya superó las 3 millones de reproducciones y 106 mil reacciones.